Suman 30 diputados y 18 senadores, pero la gran mayoría responde a la lógica “K o anti K”. El rol de los pocos que no están ni de uno ni otro lado.
El debate por la Ley Ómnibus tendrá su segundo capítulo en el Congreso de la Nación durante las próximas semanas y el Gobierno se juega una parada complicada. El antecedente de la frustrante derrota en el primer intento condiciona a propios y ajenos.
En este contexto, el Ejecutivo tomó nota y adoptó una estrategia diferente para asegurar los votos que no consiguió la vez anterior. El primer objetivo fue reasegurar el apoyo de los considerados bloques y gobernadores dialoguistas, pero también se extendieron las negociaciones hacia los sectores neutrales.
Leé también: El Gobierno aún no reguló el uso de aviones oficiales y los gobernadores siguen haciendo viajes partidarios
En un recinto polarizado, ganan peso los espacios que quedan por fuera de la grieta. En ese lote, los patagónicos vuelven a quedar en el centro de la escena. De las seis provincias de la región, la mitad están gobernadas por fuerzas provinciales.
Y si bien existe una intención de los gobernadores sureños de armar un espacio regional para traccionar en el Congreso, las diferencias ideológicas complican la estrategia común. Por eso el voto individual o sectorizado se revaloriza. Serán los pequeños acuerdos en base a intereses particulares los que terminen de inclinar la balanza en favor de la aprobación.
Leé también: Visitas a gobernadores y concesiones clave: la Casa Rosada afina su estrategia a días de tratar la Ley Ómnibus
“Que salga la ley depende de los cambios que hemos pedido junto al resto de los bloques dialoguistas”, confió a TN un diputado que representa a un espacio provincial. El legislador responde de manera directa al Gobernador y considera que el panorama más complejo estará en la Cámara Alta. “Si no lo tienen en cuenta, van a tener problemas para conseguir los votos patagónicos en el Senado”, remarcó.
El mayor escollo está en la vuelta del Impuesto a las Ganancias. “El impuesto a los ingresos debe contemplar mayores deducciones para los trabajadores de la región patagónica, donde el costo de vida –y, por ende, los salarios- son más altos que el promedio del resto del país”, especificó. Y agregó: “La actualización por inflación del mínimo no imponible del gravamen ($1,8 millones para los solteros y $2,3 millones para los casados con dos hijos) sea trimestral y no anual”.
Pero no es la única exigencia de al menos parte de los diputados sureños. “Debe incluirse el capítulo de impuestos internos al tabaco, que estaba en la Ley Bases original y proponía cambios para terminar con la escandalosa evasión de una tabacalera que afecta los ingresos coparticipables de todas las provincias”.
El diálogo que el Gobierno impulsa desde el ministerio del Interior, surtió efecto en otra de las administraciones provinciales. En especial un apartado clave: hidrocarburos. “Se modificó lo que habíamos acordado y estamos dialogando en conjunto con el ministro de energía de Neuquén. El lunes tendríamos un encuentro con Pablo Cervi (UCR) para unificar un texto”, afirmó un legislador que no responde al gobernador de su provincia, pero sí tiene un canal de diálogo abierto.
“Mi voluntad es acompañar la Ley Bases en general y estamos muy cerca de acordar el capítulo de hidrocarburos”, manifestó a TN el diputado nacional del MPN, Osvaldo Llancafilo. Y agregó: “Acompañamos un esquema de gobernabilidad a nivel nacional defendiendo a los neuquinos”.
En la misma línea, el legislador explicó: “Una de las claves es la renta petrolera. Se potencia el transporte de la energía. Esto impacta luego en las exportaciones, que genera divisas para el país y la provincia”. Y remarcó: “La Ley Bases estaría blindando Vaca Muerta, daría seguridad jurídica a la explotación petrolera convencional y no convencional”.
Em este sentido, Llancafilo señaló: “La grieta nacional no debe perjudicar el trabajo en zonas de distintos bloques del país. Primero la defensa de Neuquén y la Patagonia”. Y remarcó: “A diferencia del tratamiento de la ley bases anterior, se hizo una apertura, esta vez a través del ministro Francos”.
Respecto del paquete fiscal, el legislador neuquino fue tajante: “No vamos a acompañar el capítulo de Ganancias. No estoy de acuerdo y lo rechazaría. Los salarios no deben pagar ganancias”. Y envió un dardo al Gobierno: “El actual presidente y vice votaron a favor de eliminar el impuesto a las ganancias a nivel nacional. Yo voy a mantener una actitud coherente”.