Tras el vencimiento de su contrato de alquiler, las autoridades del condado de Miami-Dade tomaron la decisión de expulsar a la empresa The Dolphin Company, dueña del Miami Seaquarium, de la propiedad en la cual está ubicado el recinto marino que atrae a millones de turistas todos los años en Bahía Biscayne. La medida legal se fundamentó inicialmente en la preocupación de los funcionarios sobre el bienestar animal en el parque. En una conferencia de prensa, la alcaldesa, Daniella Levine Cava, calificó el estado actual del lugar como “insostenible, inseguro y calamitoso”.
Las acciones legales por parte del gobierno local de Miami-Dade comenzaron cuando el contrato de arrendamiento del Seaquarium se terminó oficialmente el domingo 21 de abril. En su cuenta de Instagram, Levine Cava publicó un extenso comunicado donde manifestó: “Creemos que los motivos para rescindir el contrato de arrendamiento todavía están presentes para garantizar la seguridad y el bienestar de los animales actualmente bajo su cuidado”.
“Es nuestra esperanza que The Dolphin Company tome las medidas necesarias para desalojar las instalaciones y garantizar que la transición se realice de forma segura y ordenada para los animales bajo su cuidado. Si no lo hacen, el condado seguirá adelante con el proceso de desalojo en los tribunales”, agregó la alcaldesa.
Por su parte, The Dolphin Company defendió su gestión del parque marino y anunció a través de sus redes sociales que enfrentaría el desalojo con una demanda federal. La empresa solicita 35 millones de dólares por los daños y perjuicios generados y alegaron que se forzó desalojo sin “un plan legal” para los animales.
A su vez, desde la página oficial de Seaquarium invitaron a la alcaldesa Levine Cava a visitar el museo marino y comprobar el estado en el que se encuentra la fauna que vive allí. “Queremos tranquilizarla”, dijeron. Tras varios días de no recibir respuesta sobre la convocatoria, escribieron nuevamente: “Alcaldesa, ¿cuánto tiempo seguirá ignorando la comunicación de nuestro personal y desinformando a la gente?”.
Distintas organizaciones ambientales de todo el mundo realizan campañas contra los parques marinos y zoológicos, con las que exigen la libertad de los animales que se encuentran en cautiverio y al afirmar que son “espacios de tortura” para estos seres vivos. Miami Seaquarium no escapó de las múltiples críticas de estos sectores y uno de los escándalos más virales fue el de la orca Lolita.
Este parque exhibía como uno de sus principales atractivos a este animal que realizaba piruetas y que alcanzó los 57 años de edad en el acuario y murió el 18 de agosto de 2023. Según el informe de su necropsia, tras ser mantenida en cautiverio durante más de medio siglo, la vejez y las múltiples enfermedades crónicas que tenía las que terminaron con su vida.
Esta orca estuvo bajo distintas gestiones en el acuario. The Dolphin Company la compró a Palace Entertainment. En el último tiempo, Lolita ya estaba fuera de exhibición por ser una especie en estado de conservación e iba a tener un traslado a un corral marino natural en el noroeste del Pacífico, pero falleció antes.
Si bien el caso de Lolita se volvió reconocido internacionalmente, las críticas se extienden hacia la todas las muestras y shows que se hacen con otras especies de este acuario. A su vez, Miami Seaquarium ofrece la posibilidad de tocar pingüinos, nadar con delfines, leones marinos o focas e incluso interactuar con tiburones y rayas, algo que no sucedería si estas especies estuvieran en su hábitat natural.
Qué pasará con los animales de Miami Seaquarium si se ejecuta el desalojo
Esta es una de las preguntas que se hacen miles de personas que siguen la trama legal entre The Dolphin Company y el condado de Miami-Dade. Por su parte, Miami Seaquarium sostiene que no existe un “plan legal” para los animales en el esquema de desalojo propuesto. De acuerdo con algunos medios, la fauna que está dentro del predio le pertenece a la empresa.
En una conferencia de prensa, la alcaldesa aclaró que el gobierno local no tiene la capacidad de intervenir legalmente y solo puede hacerlo el Departamento de Agricultura de EE.UU. “De todas maneras, The Dolphin Company, como propietaria de los animales, podría transferirlos a otros parques”, sugirió Levine Cava.
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