En la provincia de Buenos Aires hay una preocupación creciente por hechos de inseguridad rural en diversas regiones. De Chascomús hasta Carlos Casares, los productores buscan acciones efectivas para aminorar de alguna manera los delitos en los campos. La preocupación en el sector va desde la presencia de cazadores ilegales y galgueros que ingresan a los establecimientos sin permiso hasta el robo de ganado y la faena de hacienda.
Es así que días atrás, en el paraje Don Cipriano, en el partido bonaerense de Chascomús, se reunió el Foro de Seguridad Rural junto a productores agropecuarios de otros lugares con el objetivo de realizar un fuerte reclamo a las autoridades municipales y provinciales para que en los próximos meses, frente a la próxima temporada de caza que comienza, se ponga en marcha de manera urgente el plan de control de cazadores ilegales y galgueros. A la vez insistir con un mayor patrullaje nocturno por parte de lo móviles del Comando de Prevención Rural de esa localidad.
Según dijeron, las obras de posta policial de Don Cipriano, sobre la Ruta 20 que estaba planificada para el mes de noviembre de 2023, “todavía no se ha concretado”.
“Se hicieron anuncios, se escribieron crónicas, se enviaron fondos provinciales, pero todavía la posta no está en funcionamiento. Está la plataforma de cemento que es la base de la construcción, pero falta que los fondos anunciados se destinen finalmente a la posta policial”, expresaron.
En este contexto, decidieron pedir en una reunión próxima con la Secretaría de Seguridad del municipio y el Comando de Prevención Rural “la urgente instalación de esta posta y un mayor patrullaje nocturno por parte de los móviles de la policía rural”. Además, requerirán a los distintos bloques de concejales el urgente tratamiento del proyecto de modificación de ordenanza municipal sobre el control de la caza ilegal en el partido.
No es en la única zona en que la caza ilegal es un flagelo. En rigor, se conocieron imágenes y videos de un episodio ocurrido en el paraje El Chajá, General Madariaga, donde un productor mató de un par de tiros a dos perros galgos. Según pudo saber LA NACION, los animales estaban junto a un grupo de los llamados galgueros y se movilizaban por la propiedad privada sin su debido permiso.
Para Manuel Anchorena, presidente del Foro de Seguridad Rural de Chascomús, “la situación está fuera de control porque, ante la ausencia del Estado, aparecen problemas más graves”.
“Hay una desinformación total, donde esos galgueros son también víctimas del sistema, con un sistema judicial que los apaña y que los está exponiendo a un peligro aún mayor. Hay que evitar que pase eso. Todo sería más fácil si se cumplieran las leyes”, remarcó.
En el centro de la provincia, a unos 400 kilómetros de Chascomús, otro grupo de productores agropecuarios vive en vilo por los hechos de abigeato y cuatrerismo que los atraviesan, particularmente en la zona de Ordoqui, Hortencia y Herrera Vega.
Mario Reymundo, presidente de la Sociedad Rural de Carlos Casares, explicó que en esa zona existe una salida rápida a la ruta 226 que va a Bolívar y que los delincuentes aprovechan esa situación para cometer este tipo de delitos, donde a uno le roban dos animales o más y a otros le carnean la hacienda en el mismo establecimiento agropecuario.
“Esos animales que se llevan no es para consumo, es para vender en carnicerías. Es algo que es sistemático y se comercializa de esa manera. Es todo un circuito delictivo que en los últimos meses se está agravando y donde la policía no tiene los medios necesarios para patrullar en tiempo y forma. Y entramos en un laberinto sin salida. Desde la Sociedad Rural apoyamos esta movida de los productores [de reclamo]”, explicó.
Entre las medidas, la comunidad rural de esta región espera reunirse con las autoridades responsables de la seguridad para evaluar la realidad que atraviesa la zona. Fabián Córdoba es productor agropecuario y contó que lo que encendió las alarmas fue el robo de ganado de dos o más animales.
“Los productores tienen miedo de denunciar, donde no todo lo que sucede se denuncia, eso es un hecho. Si te carnean uno o dos animales eso es para consumo local y no va a parar a las carnicerías. Lo que genera mucha preocupación es cuando desaparecen los animales y eso sí va a parar al circuito de las carnicerías”, indicó.
Según comentó otro productor que prefirió hacer reserva de su nombre, hay una versión que la hacienda que desaparece va a parar a un frigorífico de la zona y el corredor principal es la ruta 226. La modalidad sería el “robo hormiga a diferentes productores”. Desaparecerían de a pocos animales que luego se juntarían en un lugar para cargar y enviar a una planta de faena. “Es un robo menos evidente porque es muy difícil robar 20 animales una sola noche en una jaula y circular por los caminos rurales”.
Por último, Córdoba pidió que los productores hagan las denuncias correspondientes y que el próximo lunes se acerquen a una reunión con la policía rural para visibilizar la problemática y darle el tratamiento que merece la situación.