La noche de Mirtha: Valeria Mazza contó por qué no conduciría La jaula de la moda y reveló el verdadero rol de Gravier en su carrera

Valeria Mazza pasó por la mesa de Mirtha Legrand y habló de todo. Además de dar detalles de su experiencia en España como conductora del programa Bailando con las estrellas, la modelo y empresaria hizo un repaso de su trayectoria; explicó por qué, a pesar de que le gusta trabajar en la TV, rechazó conducir La jaula de la moda y reveló, luego de repasar los comienzos de su historia de amor, el verdadero rol de Alejandro Gravier en su carrera.

Mirtha junto a sus invitados de la nocheStoryLab

Mazza compartió la velada con el senador nacional de Pro Luis Juez; el actor y humorista Campi, y la actriz y ex-Gran Hermano Julieta Poggio. Luego de contar su experiencia en España y sus ganas de seguir en el medio, Mirtha Legrand sentó posición sobre el lugar que tendría ocupar la top model en Argentina. “Vos debieras estar en la televisión. Yo te voy a lanzar. Vos debieras hacer un programa, estar conduciendo”, aseguró. Rápida, Valeria hizo el clásico gesto del dedo índice en el mentón que se le adjudica a la Chiqui y soltó: “¡Nachito! ¡Nachito!”. “No me vas a hacer burla”, devolvió la conductora. “Es un homenaje, Mirtha”, reaccionó la modelo.

Luego del ida y vuelta, llegó el momento de la verdad: “Y La jaula de la moda, ¿te gustaría hacerlo?”, preguntó Legrand. “Lo que pasa es que no quiero hacer un programa diario y estar acá firme. Me encanta esto de hacer un período, como fue ahora en España”, explicó Mazza. Un rato después, Legrand confirmó que quien conducirá el envío de moda será Joaquín el Pollo Álvarez. “Es re copado, me cayó bien a mí”, intervino entonces Julieta Poggio. “Sí, es un gran profesional. Divino”, agregó Valeria.

Luego de contar los primeros pasos de su exitosa carrera, Mirtha Legrand quiso saber cómo conoció a Gravier, su marido. En ese momento, Mazza recordó un episodio que sucedió en 1990, ocho años antes de pasar por el altar. “A Alejandro lo conozco apenas llego a vivir a Buenos Aires. Él me ve en un desfile de Giordano, en Mar del Plata, en el hotel Hermitage. Me ve en ese desfile y empieza a preguntar ¿quién es? ¿Quién es? Al tiempo nos presentan aquí en Buenos Aires. Yo al principio dije, ‘ah, es muy grande’. Nos llevamos diez años”, recordó la modelo. Luego, explicó que fue otra de las grandes modelos de aquella época, Carolina Peleritti, quien ofició de celestina.

¿Y te gustó de entrada o no?”, continuó la Chiqui su indagatoria. “Bueno, es imposible que no te guste Gravier, con lo simpático que es. Y es muy seductor. Además era un tipo más grande. La verdad es que sí, me encantó”, explicó la modelo. En ese momento, Campi intervino en el ida y vuelta y disparó una pregunta que provocó una divertida reacción en Valeria. “¿Y qué hacía en el desfile él?”, sorprendió el actor. “¡Esa es la pregunta que me hago hasta el día de hoy. Siempre digo lo mismo: yo estaba trabajando, desfilando, ¿y qué hacía él en el desfile?”, respondió entre risas.

Luego del divertido momento, la ahora conductora se sinceró sobre el verdadero rol de Gravier en su vida profesional. “Él me acompañó. Para mí fue muy importante en mi carrera”, reconoció, y aseguró que hubiera sido muy distinta la situación si hubiese tenido un hombre “celoso y posesivo” al lado. “¿Él no te representa o no te representó?”, insistió Campi. “No”, aclaró Valeria. “Me acompañó muchísimo pero no es mi representante, nunca fue mi representante. Pero sí, obviamente, con toda su experiencia y todo su conocimiento me ha ayudado en mi carrera”, completó.

Valeria Mazza y Alejandro Gravier el día de su boda

Valeria y Gravier se casaron el 9 de mayo de 1998 en la basílica del Santísimo Sacramento de Buenos Aires. Mientras él llegó al Hipódromo de Buenos Aires con una importante galera y a bordo de un carruaje de más de cien años tirado por cuatro caballos, Valeria, la novia soñada, brilló con un diseño de Giorgio Armani y una tiara desde donde salía el velo de tul de diez metros de largo. Desde ese momento, no se separaron más, y lograron conformar la familia que tanto soñaron y que incluye a Balthazar, de 24 años; a Tiziano, de 21; a Benicio, de 18; y a Taína, de 15.

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