Endeavor llenó el Movistar Arena con 10.000 estudiantes de colegios secundarios en la Experiencia Endeavor Sub20, la segunda edición del evento con el que la organización busca inspirar a la próxima generación de emprendedores.
El cantante Duki –el invitado estrella– compartió escenario con Guibert Englebienne, cofundador de la empresa unicornio Globant y presidente de Endeavor; y Max Cavazzani, creador de Preguntados y fundador de Etermax. También participaron Mateo Salvatto, fundador de Asteroid y Hablalo; Luz Borchardt, cofundadora de Henry; Ailín Lescano, cofundadora de Gigi Motorhomes; Julieta Porta, fundadora de SphereBio; y Franco Rodríguez Viau, cofundador de Satellite onFire.
Pese a las diferencias entre las carreras de estas figuras, todos tienen un punto en común: emprendieron con solo 20 años y fundaron negocios exitosos. La clave, tanto para los jóvenes como para los ya consagrados, fue identificar un problema y crear una solución. De ahí, la idea de motivar a adolescentes que están definiendo su rumbo profesional y sembrar el gen emprendedor.
Y lo hicieron con una marcada ideología: convencerlos de que el país tiene futuro. “Es fundamental brindar espacios de inspiración. La Argentina está lista para ser transformada por las próximas generaciones. Es un lienzo en blanco de oportunidades para que se escriban historias con esfuerzo, determinación y trabajo”, consideró María Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor; a lo que Englebienne, destacó: “Así como en el fútbol, podemos ser los campeones del software”.
En su panel “la fuerza de la Argentina”, Salvatto propuso cambiar la narrativa para destacar las posibilidades e hizo hincapié en logros nacionales: “Somos el país con más premios Nobel (cinco) y más satélites (11), donde se creó la primera cosechadora autopropulsada. ¿A cuántos de nosotros nos dijeron que teníamos que sacar la ciudadanía e irnos? Me crié en ese entorno, y lo creí, hasta que me di cuenta de que estamos acostumbrados a disminuir los éxitos y amplificar las derrotas”.
“Espero que en unos años dejemos de decir ¡Qué país de mierda! para exclamar ¡Mierda, qué país!”, interpeló el emprendedor de 25 años, que a los 17 fue campeón internacional de robótica y a los 18 creó Asteroid, firma paraguas de Hablalo, que atiende de forma gratuita a 400.000 personas con discapacidad en 75 países. La app nació en su casa de Almagro en el intento de ayudar a alumnos de su madre, traductora de lenguaje de señas.
Similar fue el arranque de Cavazzani, que empezó con una computadora en su cuarto, sin empleados ni inversión. Fundador de más de 50 juegos, entre ellos Apalabrados –el más vendido en España entre mayores de 60 años– y Preguntados –en 2015, el más descargado del mundo occidental–, también creó a sus 22 años iStockManager, la primera app de compra y venta de acciones en iPhone, posteriormente adquirida por un bróker estadounidense.
El empresario habló de la frustración como parte del proceso de aprendizaje. “Después del primero, el segundo y tercer juego no funcionaron. El cuarto lo cancelé”, reconoció, y recomendó: “No está todo inventado. Los recursos están, falta llevar al país donde tiene que estar”.
Sobre este punto, Borchardt se refirió a la decisión de dejar su carrera corporativa para lanzar una solución a la escasez de capacitación superior. “En América Latina, solo el 14% de la población tiene acceso a la universidad. Por otro lado, falta talento formado en IT. Para 2030, se crearán 69 millones de puestos nuevos. En el camino, quedan oportunidades desaprovechadas”, señaló. Por eso, renunció a su trabajo en Nubank y fundó la academia digital Henry.
En tanto, los emprendedores más chicos deslumbraron a sus (casi) contemporáneos. Con Sphere Bio, Porta, ingeniera de 25 años de Mendoza que ganó un concurso de la NASA, entrena células para encontrar la cura de enfermedades como el cáncer. Por su parte, a sus 20 años, Rodríguez Viau creó una empresa que ayuda a prevenir focos de incendio con Inteligencia Artificial e información satelital, mientras que Ailín Lescano construye motorhomes junto con su padre y busca hacer crecer el negocio familiar con workshops. Los tres coincidieron en que faltan espacios de networking y apoyo que estimulen a los jóvenes a emprender.
El plato fuerte fue Duki. En el cierre, el rapero habló de la importancia de estudiar, la capacidad de reinventarse y equivocarse, y se refirió al éxito. “Una vez que llegaste, es efímero. No hay que ver el largo plazo, sino los pequeños pasos”, afirmó el ídolo pop, a la par de un estadio que lo ovacionó.