Los dólares financieros subieron un peldaño más y el contado con liqui cerró en $ 1.332, un avance de 1,8% en el día, en una jornada en la que se freno la sangría de los bonos, y en la que el Banco Central tuvo que salir a vender US$ 63 millones en el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC).
El alza alcanzó también al dólar MEP que finalizó en $ 1.315, mientras el blue se mantuvo en $ 1.355.
El Central acumula compras netas en el mercado de cambios por US$ 17.467 millones desde el 11 de diciembre del año pasado, cuando asumió el gobierno de Javier Milei.
Después de varios días en rojo, los bonos en dólares le dieron un pequeño respiro al mercado y al gobierno y mostraron leves subas en esta rueda. En promedio los títulos que cotizan en el exterior subieron 0,5%, mientras el riesgo país cedió 6 puntos, a 1.587 puntos básicos.
Así metieron una pausa en la sangría que venían mostrando desde el fin de semana, tras el anuncio del Gobierno de que intervendrán en el mercado de los dólares financieros para achicar la brecha cambiaria.
En este rueda los bonos globales en dólares bajo legislación norteamericana rebotan en torno a 0,5%. Las miradas de los inversores están puestas en que harán los bancos en el marco del canje de «puts» que puso en marcha el Banco Central.
La tensión en el mercado se trasladó a las acciones de los bancos, que perdieron hasta 2% en Nueva York. En Wall Street, el ADR del Supervielle bajó 2,1% y el BBVA 1,2%, mientras que el Macro y el Galicia subieron 0,4%. A nivel local, el Merval aumentó 0,3% y cayó 1,5% en dólares.
Hoy fue el último día para entregar los «puts», los seguros que los bancos usan en caso de que los bonos muestren volatilidad. En la primera jornada del canje, las entidades se movieron con cautela. Hubo algunas órdenes de venta , pero la mayor parte decidió esperar hasta último momento.
El Central ofreció pagar hasta $ 300.000 millones a los bancos para recomprar todos los puts. Aún así, prevalece la incertidumbre en los mercados ya que muchos analistas ven en esta oferta del Central un premio simbólico que no compensa la pérdida de liquidez que enfrentarán las entidades.