Entre las medicinas de origen natural, existe una hierba considerada todoterreno, ya que evidencias científicas respaldan que es un potente antioxidante y favorece la circulación.
Se trata del Ginkgo biloba, una de las especies arbóreas más antiguas que existen en el planeta. Consumible en la forma de té, tabletas, cápsulas o extractos, casi todos estos derivados se obtienen de su hoja en forma de abanico. No se recomienda consumir semillas crudas o tostadas de esta planta, ya que pueden ser tóxicas. Y, cabe resaltar, que es fundamental consultar al médico de cabecera antes de sumarla a la dieta.
A su vez, su consumo no está recomendado en distintos grupos de personas. La Mayo Clinic, centro médico de referencia en Estados Unidos, desalienta su uso en personas epilépticas, de edad avanzada, con enfermedades hemorrágicas, embarazadas o diabetes. En el primero de los casos, la institución señala que “la ginkgotoxina [presente en las semillas y, en menor medida, en sus hojas] puede provocar convulsiones”. Para los otros grupos, su propiedad dilatadora de los vasos sanguÍneos aumenta el riesgo de sangrado, mientras que también puede interferir con el nivel de azúcar que deben controlar lo diabéticos.
Aunque existen algunos usos tradicionales de este extracto que la ciencia relativiza, sí confirma otros potenciales de esta hierba asociados a la preservación del cuerpo.
Como destacan desde la Mayo Clinic: “Se cree que los componentes más beneficiosos del ginkgo son los flavonoides, que tienen poderosas cualidades antioxidantes, y los terpenoides, que ayudan a mejorar la circulación, dilatando los vasos sanguíneos y reduciendo la viscosidad de las plaquetas”.
Esto la hace un medicamento natural altamente recomendable para personas que quieran retardar el envejecimiento de su cuerpo o con problemas cardiovasculares, que pueden verse beneficiados por un consumo sostenido de Ginkgo biloba, para el cual, de todas formas, siempre se necesita el consejo de un profesional de la salud.
Para qué no sirve el Gingko biloba
En cambio, su extendido uso como un retardador de la demencia o para fortalecer la memoria es discutido por los mismos especialistas que la recomiendan en otros casos. Respecto a su utilidad para combatir la demencia, la Mayo Clinic informa: “No existen pruebas suficientes que respalden el uso de ginkgo como tratamiento para prevenir la demencia o para tratar a las personas que sufren deterioro cognitivo leve”.
Su potencial como un fortalecedor de la memoria también es materia de discusión para los especialistas de la Mayo Clinic: “Mientras que cierta evidencia sugiere que el extracto de ginkgo podría mejorar, moderadamente, la memoria en adultos sanos, la mayoría de los estudios indican que el ginkgo no mejora la memoria, la atención ni el funcionamiento del cerebro”.
Otro padecimiento para el que no se recomienda su uso es el de la claudicación, nombre que se le da a un bajo flujo sanguíneo. Como destacan desde la Mayo Clinic, “una revisión de la investigación sugiere que tomar ginkgo no tiene beneficios significativos para las personas que padecen esta afección”.
Para aquellos que hayan decidido consumir Gingko biloba, la Mayo Clinic observa que podrían registrar los siguientes efectos secundarios:
LA NACION