Se trata de Enarsa e Intercargo, Belgrano Cargas, Corredores Viales, Aysa, y Ferrocarriles, así como para incorporar capital privado a Nucleoeléctrica Argentina y Yacimientos Carboníferos Fiscales.
Se vendió como «lo nuevo», Muchos sabíamos que era mentira, pero ante un gobierno patético como el de Alberto Fernández que hizo agua por donde se lo mire, ante la apuesta de los pibes que «no les importa nada», sumado al odio visceral por el Peronismo que se instaló y muchas veces con justa causa, quién sólo quiere beneficiar a los que lo impulsaron y financiaron su campaña para llegar al sillón de Rivadavia, va a hacer lo mismo y peor que Menem supo encarar.
Mucho más, no se puede decir. La Argentina tiene el tarro encima y se venderán absolutamente todas las pocas «joyas de la abuela» que nos quedan, para hacer negocios. Fin del tema.