El Gobierno volvió a registrar superávit fiscal primario y financiero como resultado de las cuentas públicas nacionales en agosto, con lo que mantiene una marca inédita en los últimos 14 años.
En los primeros 8 meses del 2024, el Sector Público Nacional (SPN) acumuló un superávit primario de aproximadamente el equivalente a 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) y un superávit financiero de casi 0,4% del PIB. Es algo que no ocurría desde 2010.
Durante agosto, el SPN tuvo un resultado primario positivo por $ 899.660 millones y un superávit financiero de $ 3.531 millones, luego del pago de intereses de la deuda pública por $ 896.130 millones.
El superávit financiero alcanzado el mes pasado contrasta con el déficit registrado en agosto de 2023, que a precios actuales fue equivalente a casi $ 1.300.000 millones.
Los ingresos totales del SPN en el mes alcanzaron los $ 8.748.467 millones (un alza de 189,8% interanual). La recaudación tributaria creció 199,6%, principalmente por la variación del Impuesto PAIS y los ingresos correspondientes a los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (215%) y a la retenciones (317,4%).
Entre los tributos ligados a la actividad económica interna, el Impuesto a los Débitos y Créditos creció 232,2%, al IVA neto de reintegros lo hizo 188,1% y Ganancias, 142%, siempre a nivel interanual.
Durante agosto, los gastos primarios alcanzaron los $ 7.848.807 millones (suba de 156,9%, menor a los ingresos totales). Las prestaciones de la Seguridad Social ascendieron a $ 4.568.935 millones (182,3%), por el impacto de la fórmula de movilidad aprobada por la Ley N° 27.609 y el DNU 274/24, que adecuó la fórmula para que los aumentos jubilatorios acompañen la inflación y otorgó una compensación adicional de 12,5% para todos los jubilados. «Si se añade el refuerzo de ingresos previsionales de hasta $ 70.000 (más de $ 331.600 millones), la variación del gasto previsional nacional fue de 202,7% interanual», indicó Economía en un comunicado.
Por otra parte, las remuneraciones alcanzaron los $1.039.966 millones (162,4%) por los incrementos otorgados.
Las transferencias corrientes alcanzaron los $ 2.661.047 millones (130,1%). Aquellas correspondientes al sector privado presentaron un crecimiento de $ 1.226.170 millones (133,6 %). Entre ellas, se destacan las inherentes a prestaciones sociales, las prestaciones del PAMI, el impacto de la movilidad en las asignaciones familiares (donde la Asignación Universal para Protección Social fue incrementada un 100% en enero, los programas de Política Alimentaria (con un incremento en la Tarjeta Alimentar del 138% entre enero y julio), y el Plan 1.000 días (incrementado un 500%).
Por su parte, las transferencias corrientes al sector público realizadas en agosto alcanzaron los $ 511.586 millones (118,6%).
Por último, los subsidios económicos presentaron un incremento de $ 752.726 millones (192,2%), donde los energéticos variaron $ 550.289 millones (171,7%), mientras que los destinados al transporte lo hicieron en $ 204.172 millones (311,7%).
NE