Desinfectar un colchón es un proceso esencial que se debe hacer de manera regular. De esa forma, se pueden eliminar las bacterias, ácaros del polvo y manchas que se acumulan en la cama, lo que no es bueno para la salud. Además, permite que se prolongue la vida útil de este complemento del hogar y hasta puede mejorar la calidad del sueño.
Si bien desinfectar un colchón puede parecer una tarea abrumadora, es esencial para mantener un ambiente de sueño saludable y libre de gérmenes.
A continuación, el paso a paso para desinfectar un colchón con elementos que se pueden encontrar en el hogar.
Para llevar adelante la desinfección de un colchón, es necesario primero conseguir una lista de materiales esenciales para el proceso. Estos son algunos de los más indispensables:
Retirar y lavar la ropa de cama
El primer paso es separar toda la ropa de cama, que incluye las sábanas, las fundas de almohada y los protectores de colchón.
Estos se deben lavar para eliminar cualquier bacteria o ácaros del polvo. Es recomendable que se limpien en el lavarropas. Además, utilizar agua caliente es crucial en este proceso, dado que ayuda a eliminar la mayoría de los gérmenes y alérgenos.
Una vez que el colchón esté libre de ropa de cama, se debe utilizar la aspiradora con el accesorio de tapicería para aspirar toda su superficie. Esto ayudará a eliminar polvo, ácaros y otros desechos con profundidad.
Es aconsejable prestar especial atención a las costuras y a las hendiduras, donde a menudo se acumulan la suciedad y los ácaros del polvo.
Aplicar bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un excelente agente desodorizante y desinfectante natural. Es por eso que se puede usar para desinfectar el colchón.
Para aplicarlo correctamente, hay que espolvorear una capa generosa de bicarbonato de sodio sobre toda la superficie del colchón. Dejar que actúe como mínimo 15 minutos y como máximo una hora para obtener mejores resultados. Esto ayudará a absorber olores y eliminar bacterias.
Luego, se debe recurrir a diferentes productos para limpiar bien a fondo el colchón. Para quitar manchas específicas, se puede utilizar una mezcla de vinagre blanco y agua en partes iguales. Para ello, hay que colocarla en un rociador, aplicarla directamente sobre las manchas y luego frotar suavemente con un paño limpio.
Otra alternativa es usar una solución de peróxido de hidrógeno y detergente. En este caso, hay que mezclar una parte de la también conocida como “agua oxigenada” con dos partes de agua y una pequeña cantidad de jabón.
Por último, si se busca una desinfección más profunda se puede utilizar vinagre blanco y peróxido de hidrógeno juntos. Esta combinación es eficaz para eliminar bacterias y hongos, pero requiere prestar especial atención a la hora de colocarla, dado que en exceso puede dañar los materiales internos.
Dejar secar
Es crucial permitir que el colchón se seque completamente antes de volver a colocar la ropa de cama. La humedad residual puede llevar al crecimiento de moho y hongos. Si el clima lo permite, una buena práctica es colocar el colchón en un área bien ventilada o utilizar un ventilador para ayudar a secar áreas específicas. Es sumamente importante que en este paso se use aire frío para que sea efectivo.
Para mantener el colchón limpio y libre de gérmenes, es recomendable repetir este proceso de desinfección cada seis meses. Además, utiliza un protector de colchón lavable para prevenir la acumulación de suciedad y alérgenos.
LA NACION