La producción industrial del país cayó 14% en el primer semestre del año. Desde noviembre, se perdieron 28.554 puestos de trabajo en el sector. En Santa Fe, el 93% de las ramas fabriles presenta bajas interanuales pronunciadas. En este contexto se celebró el Día de la Industria, con un acto en la sede de la Unión Industrial Argentina (UIA), que tuvo al presidente Javier Milei como figura central. El mandatario confirmó la rebaja del impuesto País para las importaciones y rechazó en términos ideológicos las políticas de apoyo al desarrollo productivo.
El jefe de estado les dijo a los empresarios que “la mejor política industrial es tener una buena política fiscal y monetaria”. Y si bien dijo a los industriales que “no los vamos a dejar tirados” frente a las políticas comerciales, ratificó que abrirá la economía “cuando estén dadas las condiciones estructurales”. Admitió y advirtió que cuando se pongan en marcha todos los cambios a la política sectorial “no todos van a ganar”.
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También calificó de “econochantas” a los economistas que promueven la intervención del Estado para propender al desarrollo industrial. “Es una estafa”, afirmó a contrapelo del mundo.
Parte del mensaje del presidente estuvo dirigido a desacreditar el relato económico “pro industrial”. Antes de su discurso, el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, había señalado que “las naciones consideradas desarrolladas en el mundo tienen industria”.
En el tema productivo, el discurso presidencial coincide con su plan de acción. El último informe de la UIA reveló que en junio la actividad del sector registró una caída en la comparación anual de 19,5%. En el primer semestre, el sector acumuló una baja del 14,1%.
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) reportó una caída interanual del 20,4% en la actividad industrial de junio y un nivel utilización de la capacidad instalada de apenas 54,5%, un nivel comparable a la pandemia y la crisis de 2001/2002. Según Came, la producción industrial de las pymes se contrajo 17,8% en julio interanualmente, “lo que confirma que el sector no encuentra un piso”, señaló el centro de estudios.
La crisis industrial durante la gestión de Javier Milei se refleja en el cierre y suspensión de actividades de diversas industrias manufactureras, afectando a sectores clave como el metalúrgico, textil, alimenticio, transporte, papelero, materiales de construcción y químico.
El Cepa enumeró algunas medidas que dan cuenta del sesgo poco amigable con la industria que tiene la actual administración. Entre ellas, los aumentos de tarifas de luz y gas, la suba del impuesto País (que ahora redujo y prometió eliminar), la derogación de la ley de compre nacional y del Programa de Desarrollo de Proveedores, la eliminación o baja de aranceles de importación para productos de línea blanca como heladeras y lavarropas (del 35% al 20%), neumáticos (35% a 16%) e insumos plásticos (12,6% a 6%); la apertura en acero, la habilitación a la obra civil en el cómputo del 20% de proveedores locales para proyectos de Rigi (significa la virtual eliminación del beneficio a las pymes), los cambios en el régimen antidumping, la intervención en organismos como el Inti y el desfinanciamiento de áreas asociados a la política industrial.
Santa Fe sin repunte
“No vengo viendo un lineamiento claro en materia política industrial, hay esfuerzos en estabilizar la macroeconomía pero el programa industrial, tal vez incluso por sus propias definiciones ideológicas, no se ve”, señaló Román Guajardo, presidente de la Unión Industrial de Rosario y su Región (Unirr) y tesorero de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). En la provincia, subrayó, el sector “acumula una caída de casi 13 puntos porcentuales con respecto al 2023, con una afectación de más del 90% de los sectores con presencia en el territorio”.
“Salvo algunas actividades vinculadas a la molienda de soja, la mayoría de los sectores en Santa Fe está en una situación compleja, producto de la recesión deliberada anunciada por el gobierno en diciembre, como parte del costo que se estaba dispuesto a asumir para para estabilizar la macroeconomía”, indicó. Y advirtió que “en la medida en que se mantiene en el tiempo, esta crisis empieza a afectar variables estructurales, como la inversión y el empleo”. En abril, según datos del Sipa, se habían perdido 3 mil trabajadores asalariados en la industria.
El presidente de Unirr aclaró que “es prematuro medir el impacto de la reducción del impuesto País a las importaciones en la industria, ya que hay que diferenciar lo que es insumo, del producto terminado”. En el primer caso, podría abaratar el acceso a materias primas. En el segundo, mejoran la competitividad de artículos que directamente compiten con la producción y el trabajo local. “En el fondo se trata de defender los puestos de trabajo, en Estados Unidos aumentaron 100% los aranceles a la importación de autos eléctricos chinos para proteger a Elon Musk”, recordó en declaraciones al programa radial La banda cambiaria.
Fisfe realizará el 13 de septiembre el tradicional almuerzo por el Día de la Industria, en Roldán. Se estima que concurrirán casi 1.000 personas, incluidas autoridades provinciales y nacionales. “Aunque sean tiempos duros, celebrar nuestro día es marcar también la importancia del sector que genera valor y crea trabajo de calidad”, señaló Guajardo. La industria manufacturera argentina representa una quinta parte del empleo registrado privado del país y sus salarios superan en un 15% la media. También mantiene estándares de formalidad más altos que otras ramas. Explica más de la mitad de la inversión privada en investigación y desarrollo.