Quienes lo conocieron de verdad afirman que pretendió ser uno de los referentes argentinos en el periodismo de investigación, pero el dinero pudo más que las ideas. Conductor y escritor, vivió su vida de la peor manera y optó por los vicios como pilares de ella, dejó un legado repudiable de cómo se cambia de color según el poder de turno.
La muerte no santifica a nadie, y Jorge Lanata jamás podría ser la excepción.
Fiel a un estilo polémico transitó toda su carrera con dos posiciones bien marcadas, enfrentadas e irreconciliables.
La primera lo tuvo como un ávido jóven que levantaba las banderas de la ética abrazando sin soltar jamás el rigor periodístico para comunicar cada una de sus notas, primero e investigaciones después cuando fue consolidándose como un «presunto referente del periodismo, con la Verdad como estandarte», cosa que sólo duró lo que un perro en misa.
Investigaciones icónicas que hoy todos pueden ver en You Tube cuando les sacaba la careta a quienes manejan el poder y venden lo que solo les favorece, le conviene y los hace más ricos, pero lo hacen de la peor manera, ya que utilizan la mentira y todos los recursos a su alcance para lograr su cometido.
Lejos quedó ese periodista creíble y honesto.
En este milenio su cambio fue radical, o PRO, para ser más preciso. El dinero y las pautas millonarias hicieron que el otrora «honesto y humilde periodista» se transforme en un «Multimillonario prócer del Poder» y socio de los que definen absolutamente todo en Argentina.
Sus sueños de niño quedaron en buenas o pobres intenciones. La realidad lo consignó como un repudiable ser, nefasto y falaz que utilizó el engaño y las sofismas para perjudicar a quién sea que intente enfrentar y perjudicar a sus jefes Poderosos más cercanos.
El camaleón sin convicciones, muchos lo llamaron, . Sabrán por qué. Creo que nadie puede negar que si se observa bien su historia y sus cuentas bancarias de los últimos años, no quedan dudas de las razones de tal sobrenombre.
CHBLCH