A mitad del 2024, el principal grupo foresto industrial de la Argentina publicó un informe en el cual planteaba la necesidad de mantener su capacidad plena para operar, adecuando el mix de productos y mercados en función de la demanda y trabajando fuertemente en su perfil exportador.
Se trata de Celulosa Argentina, controlada por Tapebicuá Investment Company, con el 66,4% del capital y propiedad de la familia Urtubey, que en ese momento también se esperanzaba con los cambios que el gobierno libertario anunciaba para la economía del país.
De hecho, sus ejecutivos se esperanzaban con que la administración que encabeza el presidente Javier Milei bajara paulatinamente la inflación, normalizara la situación en el mercado cambiario y de la macroeconomía.
El optimismo creció cuando logró recaudar millonarios fondos del mercado de capitales para sostener ese plan de negocios.
Achicarse para sobrevivir, la medida de Celulosa Argentina
Sin embargo, unas semanas después decidió cerrar uno de sus aserraderos de pino, el ubicado en la zona de San Charbel, en la provincia de Corrientes, donde trabajaban unas 70 personas que ya habrían sido indemnizadas.
La decisión se tomó luego de revisar y analizar los procesos internos de sus cuatro compañías con el objetivo de mejorar y armonizar su operatoria.
Pero los problemas no desaparecieron y la empresa continuó con ajustes financieros que derivaron en una fuerte pérdida evidenciada en los resultados de su último balance informado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) hace unos días.
En este sentido, Celulosa toma sus estados financieros anuales de junio a junio de cada año y es así como su resultado bruto correspondiente al período correspondiente al segundo semestre cerrado en septiembre pasado arrojó una ganancia de $9.224,4 millones contra una de $61.909,5 millones en el mismo lapso del 2023.
La mayor fabricante de papel registra pérdidas crecientes
Es más, el resultado final ascendió a una pérdida de $20.086,5 millones, mientras que el mismo semestre del ejercicio anterior arrojó una ganancia de $25.239,5 millones, como consecuencia, principalmente, de la menor ganancia bruta y mayor pérdida por resultado por exposición a los cambios en el poder adquisitivo de la moneda.
Así surge de analizar el informe publicado por el grupo en la CNV y en el cual también se informa ingresos por actividades ordinarias por $124.729,3 millones, mostrando una disminución del 43%, respecto al mismo semestre del ejercicio del 2023.
En cuanto a la producción de papeles de impresión y escritura, papeles tissue y pulpa de mercado de eucaliptus totalizaron 71.182 toneladas, cifra un 15,9% inferior al del mismo semestre del ejercicio anterior.
«Esta diferencia se debe principalmente a la realización de trabajos de mantenimiento programados en la planta de Capitán Bermúdez, llevados a cabo durante el presente semestre y que demandaron aproximadamente 30 días», detalla el documento de Celulosa.
Con respecto a la facturación de papel de su subsidiaria, Fanapel, ascendió a $8.810,1 millones contra los $9.030 millones anteriores, producto de su actividad como distribuidora.
Por otra parte, Forestadora Tapebicuá, su controlante, registró una facturación de $9.934,5 millones y sus costos de distribución y gastos de administración, en su conjunto, disminuyeron $3.714,8 millones respecto del mismo semestre del ejercicio anterior.
Celulosa Argentina, afectada por la devaluación
En el mismo sentido, el holding registró una pérdida por exposición a los cambios en el poder adquisitivo de la moneda de $15.827,7 millones, mientras que en el mismo semestre del ejercicio anterior la pérdida ascendió a $542,9 millones.
En este sentido, el paper de Celulosa explica que la variación «obedece al impacto de la tasa de inflación sobre la posición monetaria neta de la sociedad expuesta a la inflación».
De hecho, en el mismo documento los ejecutivos del grupo de la familia Urtubey aseguran que cerraron el semestre «en un contexto económico muy desafiante dentro del marco de los profundos cambios que está instrumentando el Gobierno Nacional en materia fiscal, monetaria y cambiaria, pero comenzando a vislumbrar una tendencia más positiva».
Detallan también que los resultados fueron afectados por una demanda todavía débil y heterogénea, inducida por el efecto combinado de la desaceleración de la actividad, «derivada de la recesión de los últimos meses y un exceso de inventarios de productos en los canales de comercialización».
La empresa decide cambiar la estrategia
Por estas razones y circunstancias, el Directorio del grupo decidió realizar, desde los primeros días de noviembre del año pasado, una parada técnica programada de la fábrica de Capitán Bermúdez, principal unidad productiva del Grupo Tapebicuá, más larga y profunda que lo habitual.
En esta parada, se realizaron tareas de mantenimiento y de mejora en la eficiencia y confiabilidad productiva, interviniendo los principales equipos. Dichas tareas involucraron a aproximadamente 850 técnicos y operarios, y fueron llevadas adelante por contratistas expertos.
El grupo aclara que dicha estrategia «finalizó exitosamente, concluyéndose el proceso de arranque de la planta en los primeros días de diciembre, significando una importante inversión de alrededor de u$s13 millones».
Asimismo, Celulosa continuó adecuando el mix de productos y mercados en función de la demanda, comenzando a aprovechar nuevas oportunidades que empiezan a aparecer. En paralelo, se encuentra fortaleciendo su perfil exportador, con el objetivo de reducir los altos niveles de stocks acumulados, de una manera exitosa.
Mejorar los costos, el objetivo de Celulosa Argentina
Otro capítulo central y relevante de este plan operativo tiene que ver con la adecuación de sus costos, teniendo en cuenta que el nuevo contexto macro y cambiario impone una fuerte reducción en sus gastos variables y fijos.
«Se continúa trabajando fuertemente para estar en niveles adecuados de acuerdo con la inflación proyectada», detalla el informe en el cual también se destaca la inversión realizada que permitió, en septiembre pasado y con el acompañamiento de Globant, poner en marcha el sistema de gestión ORACLE Fusion Cloud.
El mecanismo le permitió aportar mejoras de eficiencia administrativa, operativa, contable y financiera que impulsan a los ejecutivos de Celulosa a creer en una mejoría paulatina de las condiciones de demanda y de la actividad económica.
«Puntualmente, observamos parámetros de mejora que estimamos, nos llevarán, en los próximos meses, hacia resultados más consistentes con nuestro promedio histórico» agrega el paper.
Para contribuir a acelerar esa evolución positiva del negocio, así como también para mejorar la liquidez dado los altos requerimientos de capital de trabajo, el accionista controlante Grupo Tapebicuá facilitará la inyección de capital a Celulosa Argentina a través de distintos instrumentos.
Los fondos llegan de la mano de un futuro que, consideran, más positivo con respecto a la baja de la inflación, normalización del mercado cambiario y mejora de la actividad económica. «Confiamos también en que se observen bajas en la enorme carga fiscal que soporta el sector productivo agroindustrial en toda su cadena de valor», finaliza el informe de Celulosa.