La reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de retirar a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo ha generado reacciones, tanto en la isla ,como en otros países de la región.
El embajador de Colombia en Cuba, José Noé Ríos, destacó que esta medida no solo representa un alivio para el pueblo cubano, sino que también tiene implicaciones para las relaciones bilaterales entre ambos países, según lo mencionado en Caracol Radio.
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De acuerdo con el embajador, la inclusión de Cuba en esta lista había sido un obstáculo importante para el desarrollo económico y social de la isla, al imponer más de 240 restricciones de carácter económico, político y social.
Estas limitaciones afectaban desde el acceso a créditos internacionales hasta las transacciones financieras y el comercio exterior.
Ahora, con la eliminación de estas restricciones, se espera que Cuba pueda acceder nuevamente a financiamiento internacional, atraer inversión extranjera y reactivar sectores clave como el turismo.
Para el Gobierno colombiano, la salida de Cuba de esta lista también tiene un componente moral. Según el embajador, la inclusión de la isla en esta categoría había generado una sensación de “desagradecimiento” hacia un país que ha contribuido a los esfuerzos de paz en Colombia.
Desde el inicio de su mandato, el presidente Gustavo Petro instruyó a su administración a trabajar en conjunto con organismos internacionales, la Iglesia católica y otros países para lograr este objetivo.
El embajador calificó la decisión como un acto de justicia hacia Cuba y expresó su esperanza de que esta medida marque el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre ambos países. Además, subrayó que la normalización de relaciones comerciales y diplomáticas no solo beneficiará a Cuba, sino también a Colombia, al abrir nuevas oportunidades de cooperación y desarrollo mutuo.
El embajador José Noé Ríos explicó que la salida de Cuba de esta lista podría marcar un punto de inflexión en la economía del país, que atraviesa uno de sus momentos más críticos. Según detalló a Caracol Radio, la medida permitirá a la isla recuperar el acceso a créditos internacionales, los cuales habían estado prácticamente suspendidos debido a las sanciones. Esto, a su vez, facilitará la llegada de inversión extranjera, un elemento clave para impulsar el desarrollo económico.
Además, el comercio internacional también se verá beneficiado. Actualmente, muchas instituciones financieras, incluidas las colombianas, tienen prohibido realizar transacciones con Cuba, lo que ha restringido severamente las relaciones comerciales. Según el embajador, esta normalización podría abrir nuevas oportunidades para el intercambio económico entre ambos países.
El turismo, otro sector vital para la economía cubana, también podría experimentar un repunte. Antes de la pandemia, el turismo en Cuba era una de sus principales fuentes de ingresos, pero las restricciones impuestas por la inclusión en la lista y las consecuencias de la pandemia habían limitado su recuperación. Ahora, con esta decisión, se espera que más turistas, incluidos colombianos, puedan visitar la isla sin temor a represalias, como la pérdida de visas estadounidenses.
En el caso de Colombia, la decisión de Estados Unidos también tiene implicaciones directas. Según explicó el embajador, la inclusión de Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo había generado tensiones en las relaciones bilaterales, especialmente debido al papel que la isla ha desempeñado como mediador en los procesos de paz con las Farc y otros grupos armados.
Cuba ha sido un aliado clave en los esfuerzos de paz de Colombia, ofreciendo su territorio como sede para las negociaciones y brindando apoyo logístico y técnico. Además, el país caribeño ha otorgado becas a excombatientes, desplazados y víctimas de la violencia para estudiar medicina en sus universidades. Según el embajador, el año pasado se graduaron los primeros 68 médicos colombianos beneficiarios de este programa, y la normalización de relaciones podría permitir la ampliación de este tipo de iniciativas.
El embajador también destacó que la decisión de retirar a Cuba de la lista elimina un obstáculo importante para la cooperación entre ambos países en áreas como la salud y la biotecnología, sectores en los que Cuba tiene una reconocida experiencia.
A pesar del optimismo generado por esta decisión, el embajador José Noé Ríos reconoció que existe incertidumbre sobre el futuro de esta medida, especialmente ante un posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Durante su administración, Trump había reincorporado a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo, argumentando su negativa a extraditar a miembros del ELN involucrados en un atentado en Bogotá.
Sin embargo, el embajador se mostró confiado en que esta decisión se mantendrá, independientemente de los cambios políticos en Washington. Según explicó, la revisión de esta lista se realiza cada seis meses y se basa en hechos concretos. En este sentido, afirmó que no existen pruebas que respalden la acusación de que Cuba apoya el terrorismo, lo que dificulta que una futura administración pueda justificar su reincorporación.