En diciembre, el consumo volvió a caer en la comparación anual, en un 3,4%, de acuerdo a la medición de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). De esta forma, cerró el 2024 con una merma del 7,4% frente a 2023, lo cual da una idea del saldo del primer año de Milei en materia de bienestar material de la población.
Un dato positivo es que tendencialmente el consumo se viene recuperando, con una mejora desestacionalizada frente a noviembre del 1,9%, según el informe. Luego del golpazo al bolsillo que significó el fogonazo inflacionario de los primeros meses posteriores a la megadevaluación que aplicó Milei apenas inició su gestión, la dinámica de los precios se desaceleró, conforme la crisis, y los salarios empezaron a pelear un poco más de cerca. Este cuadro se verificó en mayor o menor medida para los trabajadores formales del sector privado; mucho peor es la situación para los empleados públicos y para los trabajadores informales. Ni hablar de aquellos que perdieron su trabajo o redujeron fuerte su carga horaria.
En diciembre, si se analiza la situación rubro por rubro se observan caídas generalizadas respecto a los valores del mismo mes de 2023. Según la CAC, indumentaria y calzado mostró en el último mes del año una caída de 8,9% interanual, mientras que transporte y vehículos registró una merma del 1,1% en diciembre.
«A pesar de un leve incremento interanual en los patentamientos de automóviles, el uso de la nafta cayó 5% interanual y traccionó el índice a la baja», dice el reporte, y agrega que «recreación y cultura mostró en diciembre un decrecimiento de 12,3%. Un ingreso real que continúa en niveles bajos y un dólar relativamente barato respecto al año pasado que incentiva los viajes al exterior ha explicado la caída del rubro». En cuanto al segmento de vivienda, alquileres y servicios públicos, la caída fue de 1,6%. «Un diciembre relativamente fresco disminuyó la demanda eléctrica y traccionó el índice hacia abajo», argumentó la CAC.
«Con respecto al resto de los rubros, estos experimentaron una contracción estimada de 2% interanual en diciembre, posicionándose en niveles 1,2% por debajo de los niveles prepandemia», agrega la entidad empresaria.
Asimismo, el consumo masivo cayó durante todo el año y el breve cambio de tendencia que se verificó en octubre se cortó rápidamente en diciembre, con una baja desestacionalizada de 1,9% respecto a noviembre.
A pesar de este panorama ciertamente gris, la CAC apoya de forma incondicional al gobierno de Milei. «Se proyecta que el consumo masivo repunte durante 2025 y recupere gran parte del terreno perdido, con una base más genuina que en 2023. El modelo económico actual no se ve orientado a generar booms de consumo sino, más bien, a crear un fuerte incremento de la inversión y condiciones de estabilidad macroeconómicaque sostengan el crecimiento a mediano y largo plazo.», dice la Cámara.
El reporte se entusiasma con la estabilización de la inflación y la baja del crawling peg al 1% mensual, lo cual permitiría contener aún más las presiones inflacionarias. En cambio, no realiza ninguna advertencia acerca del modelo anti-industrial que se está forjando al calor del dólar barato y la apertura importadora, el cual atenta directamente contra la generación de empleo y, al final del día, sobre las ventas en el mercado interno. La CAC se suma a la fantasía liberal de que Argentina puede vivir solamente de la fiesta financiera, las exportaciones del sector agropecuario y del sector energético y minero, ignorando el profundo entramado industrial que está en jaque.