Enfocada en reducir su horizonte de gastos, Aerolíneas Argentinas continúa profundizando su esquema de cierres de oficinas. La compañía se prepara para desactivar sus instalaciones en Bariloche y viene de cerrar su punto de ventas y atención en Comodoro Rivadavia. Antes hizo lo propio en Ushuaia y El Calafate.
Siempre con ese objetivo, la estatal pondrá fin a sus oficinas en Neuquén y Santa Fe, y la motosierra también alcanzaría a Bahía Blanca, Salta y Posadas, en la provincia de Misiones.
Sigue el ajuste de Javier Milei en Aerolíneas Argentinas
La línea de bandera atraviesa otra instancia de turbulencia interna a partir de la probable reincorporación de Pablo Biró al directorio de la firma, expulsado en octubre de 2024 acusado de operar en contra de los intereses de Aerolíneas Argentinas.
En cada caso, la decisión de la estatal viene siendo redireccionar al personal hacia las áreas que la compañía opera en cada aeropuerto donde cierra oficinas.
El cierre que viene para Neuquén ocurrirá casi a la par de la desactivación de Bariloche. Ambos casos siguen a la clausura de oficinas que la firma llevó a cabo en los últimos meses en Ushuaia y El Calafate.
En lo que respecta a la ciudad rionegrina, aún se desconoce qué ocurrirá con el inmueble donde funciona la representación de la línea de bandera, propiedad de Aerolíneas Argentinas.
Dada esta decisión de la compañía, los servicios de atención al público y comercialización de tickets quedarán sujetos únicamente a los canales online y telefónicos de la estatal.
Plan Motosierra: Aerolíneas Argentinas se repliega en el interior
Tanto para Bariloche como Neuquén, la estatal mantiene disponible la posibilidad del retiro voluntario. En lo que refiere a los empleados que no opten por esa alternativa, fuentes ligadas a los trabajadores de la estatal indicaron que «irán al aeropuerto, a un área operativa o pasarán a modalidad home office».
«La atención se pasará toda a la virtualidad. Y no se descarta que la compañía centralice todo lo comercial en Buenos Aires«, añadieron.
En el seno del personal afirman que el cierre definitivo de Neuquén y Bariloche tendrá lugar antes del 30 de abril.
Previo a Bariloche y Comodoro Rivadavia, Aerolíneas Argentinas desactivó su oficina en Rosario a fines de enero y también concentró su personal en el aeropuerto local. En dicha ciudad santafesina, la compañía optó por no renovar el contrato de alquiler de la oficina que operaba en el centro rosarino.
En esa provincia, la estatal también avanzaría con el cierre de su representación en Santa Fe capital. En el ámbito aerocomercial señalan que esa medida se haría efectiva en el transcurso de este mes.
Por otra parte, representantes de la oposición al gobierno que encabeza Javier Milei afirman que la línea de bandera también cerrará sus oficinas en Posadas, Bahía Blanca y Salta.
En ese sentido, uno de los funcionarios que más viene alertando al respecto es Fernando Gray, al frente de la intendencia de Esteban Echeverría. Recientemente, Gray compartió en la red social X que «el Gobierno nacional pretende cerrar las oficinas comerciales de @Aerolineas_AR en Neuquén, Bariloche, Posadas, Salta y Bahía Blanca. Además, activó los retiros voluntarios. Esto demuestra un nuevo intento de comenzar la privatización de la empresa».
Gremios: persiste el conflicto con Pablo Biró
En simultáneo a estos movimientos, la línea de bandera atraviesa otra instancia de turbulencia interna tras conocerse que Pablo Biró, el controvertido líder de los pilotos nucleados en el gremio APLA, buscaría retornar al directorio de Aerolíneas Argentinas.
El gremialista fue expulsado en octubre de 2024 acusado de operar contra la estatal a través de medidas de fuerza recurrentes y acciones que perjudicaron a miles de pasajeros.
En octubre del año pasado, la empresa emitió un comunicado exponiendo las razones que motivaron la remoción del titular de APLA.
«A pedido del principal accionista de Aerolíneas Argentinas, el Estado nacional, los miembros de la asamblea de accionistas votaron a favor de la expulsión de Pablo Biró del Directorio de la empresa por haber actuado recurrentemente en forma desleal y contra los intereses de la compañía que representa», informó la estatal en ese momento.
«Pablo Biró, en su doble rol de dirigente del gremio APLA (pilotos), y como director de la compañía por las acciones clase B del Programa de Propiedad Participada, tuvo durante estos últimos meses un comportamiento contrario al esperable de un miembro del directorio de Aerolíneas Argentinas. Tan solo este año, Biró participó y promovió 13 medidas de fuerza contra la aerolínea, muchas de ellas escudadas en supuestas ‘asambleas informativas’ que en realidad eran paros encubiertos», agregó.
Desde la cúpula de la estatal se anticipó que se ejecutarán medidas para rechazar este potencial retorno de Biró.
«La designación del Sr. Biro como Director fue realizado en un acto del PPP (Programa de Propiedad Participada) que carece de formalidad ante Aerolíneas Argentinas. No existiendo acto formal de designación del Sr. Biró que cumpla con lo requerido por la Ley General de Sociedades, esa designación no es válida para ARSA», se expuso desde la aérea.
«Más allá de la forma, la compañía va a hacer todo lo que esté a su alcance para evitar que una persona que actuó manifiestamente contra los intereses de la empresa, soportada por el esfuerzo de todos los contribuyentes, sea parte del directorio de la misma», añadieron las fuentes.