La Selección de Brasil sufrió un golpe durísimo en el Estadio Monumental. No solo cayó de manera estrepitosa por 4-1 ante la Selección Argentina por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, sino que quedó expuesta en todas sus líneas, dejando en evidencia un nivel muy lejano al de su historia y jerarquía.
Ante este escenario, los medios brasileños no tardaron en buscar responsables, y uno de los más señalados fue Raphinha. El extremo del Barcelona había encendido la previa del encuentro con declaraciones en las que aseguraba que Brasil le daría «una paliza» a Argentina.
Sin embargo, en la cancha ocurrió todo lo contrario: la Albiceleste fue muy superior y anuló por completo al delantero, quien tuvo una noche para el olvido. La prensa brasileña no tuvo piedad con el trenzudo, que boqueó antes de jugar y se fue enojado después.
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CNN Brasil fue de los más moderados, calificando su actuación como «discreta» y «poco destacable», aunque enfatizó que «apareció más en las discusiones que con el balón en los pies». Globo, el medio más importante del país, le otorgó un durísimo 4.5 de calificación, mientras que el público fue aún más lapidario, dándole un 1.6.
El portal ZeroHora fue aún más contundente y resumió su partido en una frase tajante: «Habló mucho y jugó poco». En la misma línea, el medio UOL destacó que «Raphinha generó grandes expectativas después de su entrevista con Romário, pero no estuvo a la altura».
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Lance también fue muy crítico con el delantero del Barcelona: «Antes del partido, se mostró confiado en que Brasil iba a dar una paliza, pero en la cancha su actuación fue mediocre. Fue un partido frustrante para Raphinha, que no pudo convertir su provocación en una actuación decisiva».
Más allá de sus números en el Barcelona, donde ha tenido una gran temporada con 27 goles y 20 asistencias, el extremo brasileño estuvo lejos de ser el jugador determinante que se esperaba en este partido. Nicolás Tagliafico y luego Facundo Medina lo anularon por completo, y su única jugada de peligro fue un tiro libre en los minutos finales cuando Brasil ya estaba 4-1 abajo.
El golpe fue durísimo para la Verdeamarela y, sobre todo, para el extremo que ahora deberá lidiar con las críticas en su país tras haber prometido algo que no pudo cumplir en el campo de juego.
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