El gobernador de Formosa y presidente del Congreso del Partido Justicialista convocó a una reunión del cuerpo, que conforman unos 900 congresales de todo el país. En el temario, según trascendió, figuran la táctica electoral para los comicios de medio término, las intervenciones al PJ en las provincias de Salta, Jujuy y Misiones resueltas por la titular del partido a nivel nacional, Cristina Fernández de Kirchner, y la expectativa de cerrar un acuerdo de paz para sostener la unidad en territorio bonaerense.
Tras anunciar el desdoblamiento de las elecciones de Formosa, el gobernador de esa provincia y titular del Consejo Nacionla del PJ lanzó la convocatoria a las y los casi 900 congresales del cuerpo, que se dividirá en dos citaciones, una a las 10 y otra a las 12. Todo indica que además de los congresales (aunque también lo son) estarán en Ferro los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Raúl Jalil (Catamarca). A este último Cristina cuestionó con dureza, sin nombrarlo, por el acompañamiento de los diputados catamarqueños a leyes clave que logró sacar de la Cámara de Diputados el gobierno del presidente Javier Milei. “Haber nacido en la provincia de Felipe Varela… ¿vale entregar la dignidad por una mina de rodocrosita?”, se preguntó la ex presidenta, en relación al voto a favor del decreto del Ejecutivo para autoliberarse las manos y acordar con el Fondo Monetario Internacional.
Cristina la emperndió contra “los diputados peronistas” de Tucumán y Salta, y a los diputados que acompañaron al ex candidato a presidente Sergio Massa en Misiones, que acompañaron el “cheque en blanco” a Milei y suministro de Economía, Luis Caputo. A los primeros que amonestó fue a los catamarqueños, mencionando que al otro día de la votación en la Cámara baja, el gobierno nacional le transfirió a la provincia del NOA la propiedad de una mina de la Piedra Nacional que está en su territorio.
Emprolijando todo
Aunque el plato fuerte va a ser la discusión política, también la reunión va a transitar por el carril institucional: se espera tratar la comisión de poderes y la aprobación de estados contables del ejercicio 2024.
Pasada la cuestión formal a la que la gestión de Cristina le está dando un peso específico central, llegará la hora de una medición de fuerzas, que probablemente encuentre por un lado al gobernador Kicillof y su todavía flamante estructura propia, el Movimiento Derecho al Futuro, y por el otro a los sectores más cercanos a La Cámpora, a Cristina, y a Máximo Kirchner. Tercera posición en ese esquema tendrán los sindicatos, con la CGT reactivada en sus engranajes, que junto a las dos CTA viene de un paro nacional y va a hacia la ocupación de la calle en la previa del próximo 1º de mayo, Día de las y los Trabajadores. Y los gobernadores –junto a ex gobernadores– que al igual que los intendentes suelen abrevar en posiciones menos beligerantes con la gestión de La Libertad Avanza, por razones de billetera.
No van a estar, salvo con aliados que permanecieron en el PJ, las huestes de Sergio Massa, el tercer socio de la coalición opositora. Hoy por hoy emigradas al Frente Renovador, no hay atisbo de que apunten a un regreso a la estructura partidaria madre, aunque la posibilidad está siempre latente.
En recuperación activa tras la derrota de Unión por la Patria en el balotaje de 2023, el PJ está ahora en sus momentos de mayor tensión interna en el año y medio que va de gobierno de Milei. La reconfiguración, como históricamente transcurrió en el peronismo, tiene un ala blanda y un ala dura. Acaso mayoritaria, ya que aun con los matices de construcción de poder propio, esta última incluye tanto a Kicillof como a Cristina.
El punto clave es la mentada “unidad” y la apelación a una sentencia que en el peronismo jamás se verificó del todo: “El que gana conduce y el que pierde acompaña”. De hecho, la reciente elección de constituyente en Santa Fe encontró al PJ repartido en tres vertientes electorales diferentes.
Y en las provincias con el PJ intervenido, los dirigentes desplazados están, trascendió, armando listas propias.
En ese marco, los cinco “gobernas” parecen estar convencidos de que sólo con unidad, incluso haciendo vista gorda a deslices en provincias con ostensiblemente menores recurso que Buenos Aires, se puede poner coto al crecimiento de La Libertad Avanza. Parece probable que se les abra juego a esa posición, pero limitando considerablemente su autonomía para acordar con el oficialismo nacional: las leyes que dejan pasar se están convirtiendo rápidamente en pesados mandobles para las y los trabajadores, a quienes, por caso, se les subiría la edad jubilatoria, una de las condicionalidades que estarían dentro del acuerdo con el FMI. Posiblemente haya un fuerte reproche por facilitar la aprobación del DNU relativo a un entendimiento con semejante precio, que más tragar un sapo se parece a atragantarse con un denosaurio.
Horizontes políticos
Con todo, desde el entorno del formoseño Insfrán, que nunca dejó de mostrarle los dientes a la gestión que ocupa la Casa Rosada, remarcaron: “No hay que olvidarse que el enemigo está enfrente y no al costado. Si nos olvidamos de eso, nos van a destruir”. Kicillof coincide, pero en modo programático: “La unidad no es sólo un frente electoral para ganar las elecciones”, sostuvo días atrás.
Cristina leyó la presión y la temperatura al interior del pesonismo, y resolvió dar marcha atrás con su clamor por la unificación de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, que tiene al 60% por ciento de los intendentes en contra. Pero por ahiora sus seguidores en el Parlamento bonaerense no han dejado pasar el cronograma electoral propuesto por Axel.
Entre tanto, la ex presidenta sigue sin desmentir su postulación como candidata a legisladora bonaerense y La Cámpora podría ir a la compulsa con listas propias y puras, escenario que también puede tentar al Frente Renovador de Massa, si no se cierra el cerco. “¿Hay o no hay vocación política de construir algo colectivo? ¿Es en unidad o no? Después discutamos la táctica”, advirtió el ex ministro de Economía.El ex gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, también se manifestó sobre la interna y explicó que la mejor herramienta para superar el conflicto “es el diálogo”. “Es una herramienta indispensable para la política, que muchas veces por la polarización y la perspectiva de irreductibilidad la hemos deteriorado”, indicó.