Neuquén dio un paso decisivo hacia una política climática moderna, basada en evidencia científica y control ambiental riguroso. A través de la secretaría de Ambiente, del ministerio de Energía y Recursos Naturales, se formalizó la participación en el Sistema de Alerta y Respuesta al Metano (MARS), impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
En el sector hidrocarburos, las emisiones de metano son las de mayor presencia en las causas del calentamiento global, y dentro de los gases de efecto invernadero es el más potente, con lo cual poner énfasis en control de emisiones es clave ya que su poder en la retención de calor es 80 veces superior al dióxido de carbono.
Por este motivo, avanzar en un desarrollo sostenible de Vaca Muerta requiere de medidas de monitoreo y control, para que la industria apunte en el corto y mediano plazo a una neutralidad de carbono, es decir que las emisiones de gases de efecto invernadero no superen las acciones de mitigación y compensación que se puedan realizar.
En un reciente trabajo del centro de estudios Fundar, se destacó que «el grueso de la explotación incremental de Vaca Muerta es destinada a la exportación, por lo cual las emisiones producto de la combustión de ese petróleo y gas no serán computadas al país sino al que los consuma». Esto es así porque los inventarios de gases de efecto invernadero registran las emisiones en los países en donde estas se producen.
Sin embargo, se estima que entre el 10 y el 20% de las emisiones de la industria del petróleo y el gas corresponden a la etapa de producción y transporte de los hidrocarburos, las llamadas «emisiones fugitivas». Eso va a la cuenta del país productor y proviene por ejemplo de las fugas de metano en pozo, la quema en antorchas y las emisiones de los equipos de perforación y transporte.
Las empresas de Vaca Muerta deben reportar sus emisiones
En ese sentido, MARS es el primer sistema global de monitoreo satelital que detecta y reporta emisiones de metano de gran magnitud. Mediante la combinación de más de una docena de instrumentos satelitales, análisis de datos mediante inteligencia artificial avanzada y cooperación internacional, el sistema permite notificar a gobiernos y empresas sobre fugas importantes en tiempo casi real, para una respuesta rápida y efectiva.
Este sistema fue lanzado en la COP27 por el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO–PNUMA) y Neuquén se suma desde su rol como provincia productora clave del sector energético, una medida ambientalmente importante pero, a la vez, comercialmente estratégica, ya que podrá demostrar la neutralidad de su actividad ante los mercados de exportación.
Pero a su vez, la Secretaría de Ambiente neuquina creó el nuevo Programa de Monitoreo y Mitigación de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el Sector Hidrocarburífero, que establece el carácter obligatorio del control y reporte de este tipo de emisiones.
El programa exige a las empresas del sector presentar información precisa sobre sus emisiones anuales de metano, dióxido de carbono y óxidos nitrosos, además de variables de actividad, acciones de mitigación y otros datos relevantes para la evaluación ambiental.
Las compañías del sector de hidrocarburos, en consecuencia, van a tener que comprometer ante la provincia sus planes para ir reduciéndo las emisiones, algo que en la práctica ya venían realizando como parte de sus propios compromisos ambientales y que forman parte de sus políticas empresariales alineadas con estándares locales e internacionales.
La Argentina representa menos del 1% de las emisiones globales de dióxido de carbono, pero por sus deudas sociales y más de una década de estancamiento económico no está en condiciones de resignar la explotación de recursos que siguen siendo demandados a nivel global, aún en un contexto de transición energética, pero hacerlo de manera sustentable también tiene su rentabilidad y beneficios concretos.
Cómo producir un barril de «petróleo verde»
Si hay un «boom» de producción en Vaca Muerta, las emisiones fugitivas que representaron un 5% del total nacional podrían aumentar significativamente. Estas emisiones pueden ser mitigadas, ya que el 40% de las iniciativas de descarbonización en la producción son rentables, de acuerdo al trabajo de Fundar. Sin embargo, esto requiere un compromiso activo por parte de las empresas.
En ese sentido, se viene registrando una serie de acciones entre las cuales se destaca la electrificación de los campos petroleros, es decir la sustitución de equipos que funcionan con combustibles fósiles por sistemas eléctricos, con lo cual la electrificación de perforadoras y compresoras, reduce significativamente las emisiones.
La incorporación de energías renovables, como la solar o la eólica, en las operaciones de Vaca Muerta permite reducir la dependencia de combustibles fósiles y disminuir la huella de carbono de sus producción cotidiana como en las acciones vinculadas a la misma.
También las empresas tienen en marcha la mejora de los procesos de extracción y procesamiento, como la reducción de fugas y la optimización de los sistemas de transporte, lo cual ayuda a minimizar las emisiones.
Otro recurso conocido, es la implementación de tecnologías CCS (Carbon Capture and Storage) que pueden ser implementadas para capturar el dióxido de carbono generado durante la extracción y procesamiento de hidrocarburos y almacenarlo de forma segura, reduciendo aún más la huella de carbono.