Lejos del ritmo vertiginoso del mundo del espectáculo y alejada de los sets de televisión que la hicieron famosa en los ‘90 y 2000, Claudia Albertario encontró una nueva pasión: la venta de propiedades. Radicada en Estados Unidos desde hace más de una década, la actriz dio un giro radical en su vida y dejó atrás los flashes para dedicarse al rubro inmobiliario, en el que actualmente se destaca en Miami, una de las ciudades más competitivas del sector.
Conocida por su participación en programas como Poné a Francella, Casados con Hijos, Amigovios y por su paso por el teatro de revista, Claudia supo ganarse un lugar en el corazón del público argentino.
Sin embargo, con el tiempo, sintió la necesidad de buscar estabilidad y proyectar una vida diferente, especialmente cuando se convirtió en madre. Fue así como decidió apostar por una nueva carrera profesional, alejada de las cámaras.
En 2023, volvió a aparecer en la pantalla chica gracias a su participación en el ciclo Argentinos en Miami, que se emitió por América TV y por el que incluso ganó un premio Martín Fierro.
A pesar de ese reconocimiento, su presente está totalmente enfocado en el negocio inmobiliario, donde trabaja para una firma de renombre y comercializa propiedades de alto nivel en zonas premium.
LA VIDA FUERA DE LOS REFLECTORES DE ALBERTARIO
Lejos de haber abandonado su carisma y presencia escénica, Albertario supo canalizar esas cualidades en su nuevo rol como agente de bienes raíces. Su cuenta de Instagram se transformó en una herramienta clave, donde no solo muestra propiedades de lujo, sino también da consejos, cuenta anécdotas de sus días de trabajo y comparte momentos con sus hijos. Con un perfil profesional muy desarrollado y una imagen cuidada, supo abrirse camino en un mercado exigente y competitivo.
A nivel personal, Claudia también atraviesa un momento de armonía. Aunque actualmente está soltera, mantiene una excelente relación con el padre de sus hijos. De hecho, reveló que nunca se divorciaron legalmente y que siguen compartiendo decisiones familiares con madurez y respeto. “No estamos juntos, pero seguimos siendo una familia”, dijo en varias entrevistas, dejando en claro que la prioridad siempre fue el bienestar de sus hijos.
En la actualidad, Claudia vive a pocas cuadras de su expareja, organiza viajes familiares y celebraciones compartidas, y demuestra que es posible reinventarse sin perder la esencia. Su historia es un ejemplo de transformación y resiliencia, y confirma que el éxito puede encontrarse lejos de los estudios de televisión.
Desde los sketches con Guillermo Francella hasta las lujosas mansiones de Miami, Claudia Albertario logró escribir un nuevo capítulo en su vida… y todavía le quedan muchas páginas por contar.