Luciana Mangó
Damián Pullaro tenía 10 años cuando tuvo por primera vez una boleta electoral en la mano. Su papá, militante radical, le había pedido que lo ayudara a doblarlas y repartirlas para la campaña presidencial de Raúl Alfonsín, apenas recuperada la democracia. Desde entonces comenzó una vida de militancia política en el radicalismo, donde confluye con su hermano, el actual gobernador Maximiliano Pullaro, con quien dice compartir el carácter y la pasión por el trabajo. Participó como militante en elecciones en su pueblo natal Hughes, más tarde cumplió funciones en la gestión de Fernando de la Rúa y luego se estableció en Rosario.
En la actualidad integra la lista al Concejo por Unidos para Cambiar Santa Fe, detrás de la funcionaria municipal Carolina Labayru, y será la primera vez que participe en una candidatura con “posibilidades concretas”. Considera que la lista del oficialismo va a mejorar la elección de las Paso, cuando quedó en tercer lugar, y logrará consolidar la mayoría que Unidos tiene en el Concejo. En diálogo con El Ciudadano, el candidato resaltó los logros en seguridad, la inversión en obras, y destacó la necesidad de seguir trabajando desde el Concejo para coordinar acciones entre los distintos niveles del Estado.
—Sos el hermano del gobernador pero mantenés un perfil bajo, ¿cómo te definirías?
—Soy militante de toda la vida. Si tuviera que marcar un punto de inicio fue en mi infancia. Me acuerdo que mi papá, que era radical, me pidió ayuda para doblar boletas y repartirlas. Fue la primera vez que tuve una boleta en la mano. Así empezamos este camino en el radicalismo, en plena salida de la dictadura, cuando Alfonsín era nuestro candidato a presidente. Durante su gobierno, la política era parte de nuestro día a día. Mi papá era un militante muy comprometido y en casa siempre se hablaba de política. Mi participación más activa empezó en 1989, durante la campaña presidencial, y se intensificó en 1991 y en 1993. Después en 1995 logramos llevar a nuestro candidato a presidente comunal en mi pueblo (Hughes) y ganamos las elecciones con un fuerte apoyo de la juventud radical.
Fui funcionario en el gobierno de Fernando De la Rúa, en la Subsecretaría de Seguridad Aeroportuaria por 4 años. Fue una experiencia que me formó mucho, especialmente en seguridad e infraestructura. En 2009 me establecí definitivamente en Rosario donde formé mi familia y mi vida.
—¿Cuántos años tenías cuando repartiste esos primeros volantes?
—Tenía 10 años, fue en 1983. Ese momento marcó el inicio de mi militancia. Mi papá ya venía participando en política, aunque nunca ocupó cargos. A mí y a mi hermano Maximiliano nos contagió esa pasión. Martín, el menor de mis hermanos, se sumó después.
—¿Ésta es tu primera candidatura con expectativas reales?
—Sí. Antes acompañé candidaturas testimoniales, pero ésta es la primera con posibilidades concretas.
—¿Cómo surgió la propuesta?
—Vino de parte de los militantes y dirigentes del partido radical. Al principio dudé, pero el apoyo y el acompañamiento me convencieron.
—¿Cómo vivís esta nueva etapa?
—Es similar a lo que ya hacía, pero ahora soy candidato. Desde 2009, recorro el territorio, apoyando a mi hermano Maximiliano en sus campañas y participando en el partido. La diferencia ahora es la responsabilidad de ser candidato.
—¿Cómo es la relación con tus hermanos?
—Muy buena. Hay mucho cariño y afecto, aunque no nos vemos todos los días porque trabajamos en áreas distintas. Maxi y Martín trabajan juntos, y yo tengo otro trabajo.
—¿En qué te parecés y en qué te diferenciás de Maximiliano?
—Físicamente somos muy distintos: yo me parezco a mi papá, y él a mi mamá, aunque compartimos la voz y la forma de hablar. En carácter somos similares: compartimos la pasión por el trabajo. Los dos somos muy dedicados y nos levantamos temprano para organizar el día.
—¿Qué lectura hacés de los resultados de las Paso?
—Fue un buen resultado, considerando que teníamos una candidata nueva y competíamos contra candidatos muy conocidos. Para las generales, recibimos aportes de todas las listas, lo que enriqueció nuestra propuesta. Ahora estamos más fortalecidos con una propuesta más amplia donde abordamos los diferentes temas de las diversas listas.
—¿Creés que se puede revertir el resultado en las generales?
—Sí. La gente está conforme, nos apoya. Recibimos mensajes de aliento en las calles, y estamos convencidos de que vamos a ganar, aunque será una elección ajustada.
—¿Considerás que vas a trasladar algo de la impronta del Ejecutivo provincial al Concejo?
—Totalmente, me parece que el trabajo provincial, básicamente con lo relacionado a la seguridad, el trabajo del Concejo y del Ejecutivo municipal tienen que ir de la mano junto con la Legislatura provincial. Todos los avances en seguridad no hubieran sido posibles sin los avances normativos a partir de leyes que sacó la Legislatura.
De la misma manera, tenemos que agilizar todos los procesos que tienen que ver con la aplicación de control. Por ejemplo, el tema trapitos hay que abordarlo con las fuerzas de seguridad y con una ley. Los agentes de control tienen que estar acompañados por la fuerza de seguridad porque en algunos casos son violentos. Es decir, es un trabajo coordinado.
Tenemos un buen intendente, pero estuvo durante 4 años solo. Faltó un presidente y un gobernador que acompañen. Ahora que hay coordinación entre el gobierno provincial y el municipal las cosas empezaron a cambiar para bien. Los índices criminalísticos bajaron, la gente vuelve a salir a los parques y a las plazas. Hoy vemos plazas llenas, como fue en la inauguración de la Plaza Moreno. Queremos darle la esperanza a la población de que se puede transformar el espacio público y que puede volver a ser de ellos, porque en un momento la gente tenía miedo de salir de sus casas. Recordemos dónde estábamos y dónde estamos.
El rosarino subió la vara y exige más, pero estamos para hacerle frente a todos los desafíos y a las expectativas que tiene. Los otros ya mostraron que no pudieron, que nos dejaron solos, y que la gestión provincial y nacional entre 2019 y 2023 no hizo nada. Éste es el momento para apostar a la lista de Unidos que es la opción que va a mantener y consolidar el cambio y el rumbo.
—¿Cuál va a ser el eje de tus proyectos?
—Creo que tiene que estar puesto en lo relacionado con la accesibilidad, con la apertura de calles, con el control de trapitos, con los controles vehiculares, con los operativos conjuntos, con la eliminación del Metrobús, que me parece algo inseguro, con el respeto por las normas, que eso también hace que el tránsito fluya para que pueda pasar una ambulancia o un móvil policial. Tenemos que enfocarnos en el control. Y obviamente en el presupuesto, en seguir siendo eficientes, como lo estamos siendo, en cuidar los recursos públicos y en seguir haciendo obras. Esto no se trata de que el ajuste lo pague la gente o el Estado con faltas de obras. Se trata de un Estado que se hace cargo, que está a la altura de las circunstancias y que es eficiente.
—¿Qué escenario imaginás en el Concejo?
—El Frente Unidos seguirá siendo la fuerza más grande. Libertad Avanza seguro aumentará su bloque, pero no creo que sean mayoría.
—¿Qué lugar va a ocupar el peronismo?
—Lo veo dividido y con escasa capacidad de respuesta. Además, tienen la corrupción sobre sus espaldas y eso es algo que deben explicar. No es proscripción, no hay persecución política, acá hay justicia y una condenada. De eso se tiene que hacer cargo el justicialismo.
—¿Creés que la condena de Cristina Kirchner afecta la campaña?
—No lo sé. Acá no hubo un gobernador, no hubo presidente y la presidenta anterior está condenada. Se tienen que hacer cargo de eso, que nos dejaron solos, que tienen una presidenta doblemente condenada.
—¿Qué valoración hacés de la gestión municipal?
—Muy positiva. El intendente estuvo solo durante años, sin apoyo provincial ni nacional. Ahora, con un gobierno provincial alineado, tenemos 333 obras en marcha, los índices de seguridad mejoraron, tenemos las luces blancas que puso la Municipalidad, las luces azules que puso la provincia y la gente recuperó espacios públicos. La verdad que aplaudo esta gestión. Estamos trabajando para consolidar el cambio en Rosario. La gente quiere esperanza, y estamos acá para darle esa confianza.