«Cuando miro hacia atrás, veo que no desperdicié mi vida en absoluto».
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Tenzin Gyatso, el 14° Dalai Lama, cumplió 90 años este domingo y lo celebró en la ciudad india de Dharamshala, donde vive exiliado desde 1959.
La ceremonia principal se llevó a cabo en el templo Tsuglagkhang, su residencia oficial, ante miles de fieles, monjes, dignatarios y el actor Richard Gere, uno de sus discípulos más conocidos en Occidente.
No desperdicíé mi vida
Durante el evento, el Dalai Lama evitó referirse directamente a las tensiones con China y centró su discurso en valores espirituales.
“Vivo mi vida al servicio de otros seres sintientes. Cuando miro hacia atrás, veo que no la desperdicié en absoluto”, expresó ante una audiencia que desafió la lluvia para acompañarlo. También reafirmó su práctica de la bodhichitta, una enseñanza budista que promueve la compasión y el despertar espiritual en beneficio de todos.
Un simple monje budista
Reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1989, el Dalai Lama se define como “un simple monje budista”, aunque millones de personas lo veneran como una manifestación de Chenrezig, el dios budista de la compasión.
A lo largo de su vida, construyó una nación en el exilio que mantuvo viva la identidad cultural y religiosa del Tíbet, bajo ocupación china desde 1950.
Sin homenaje
Mientras la diáspora tibetana festejaba abiertamente, el gobierno chino impidió cualquier tipo de homenaje dentro del Tíbet.
Según denunció el Kashag —gabinete del gobierno tibetano en el exilio—, las autoridades chinas prohibieron “incluso las actividades religiosas más básicas”, como la ofrenda de incienso o el izado de banderas de oración.
Mundo libre
La tensión entre China y el movimiento tibetano volvió a escalar esta semana.
El embajador chino en India, Xu Feihong, declaró que la reencarnación del Dalai Lama “es prerrogativa exclusiva del gobierno central” y que no permitirá “ninguna interferencia extranjera”.
Sin embargo, el líder espiritual afirmó que planea reencarnarse fuera de China, en el “mundo libre”, y que su sucesor deberá ser reconocido según las tradiciones budistas.
Inspira unidad y paz
India y Estados Unidos respaldaron el derecho del pueblo tibetano a elegir libremente a su líder espiritual. El primer ministro Narendra Modi saludó al Dalai Lama como “un símbolo de compasión y disciplina moral”, mientras que el secretario de Estado Marco Rubio destacó que su figura “inspira unidad y paz”.
Un legado que trasciende lo religioso
El Dalai Lama nació en 1935 en el noreste del Tíbet y fue entronizado como líder espiritual a los dos años.
Tras la invasión de China, en 1959 escapó con miles de seguidores a India, donde estableció un gobierno en el exilio. Desde entonces, se convirtió en un referente global por su defensa de los derechos humanos, la no violencia y la libertad religiosa.
Mi misión sigue viva
A sus 90 años, anunció que desea vivir hasta los 130.
También dejó claro que su legado no terminará con su muerte: “Mi misión sigue viva y continuará con quien me suceda, según nuestras creencias”.
Mientras tanto, la disputa por su sucesión promete seguir siendo un foco de tensión entre Oriente y Occidente.
Fuente: BAE Negocios
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