El rumbo comercial y operativo de Granja Tres Arroyos, la principal avícola de la Argentina, sigue marcado por la incertidumbre y los conflictos laborales en torno a la compañía no dejan de multiplicarse. La empresa viene de afrontar complicaciones para cubrir el medio aguinaldo y sigue acumulando reclamos a partir del recorte de personal que activó a principios de 2025. En concreto, alrededor de 80 cesanteados de Entre Ríos se reunieron con autoridades provinciales para denunciar que la compañía no ha cumplido con las indemnizaciones correspondientes. Y que, además, se cometieron irregularidades durante el proceso de despidos. Granja Tres Arroyos presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo en diciembre del año pasado.
A casi 80 días de ocurridos los despidos en la planta avícola de La China, en Concepción del Uruguay, los ex empleados renovaron ante el sector político local el pedido de una solución inmediata ante la situación económica crítica que atraviesan.
Según se indicó desde la intendencia de, precisamente, Concepción del Uruguay, desde que ocurrió el recorte de personal hasta la fecha, Granja Tres Arroyos no habría cubierto las liquidaciones e indemnizaciones pertinentes.
Esto, se reconoció, «agudizó la vulnerabilidad social y dificultó el acceso a alimentos, electricidad y gas» a las familias de los ex operarios de la firma.
También se expuso que «una delegación de extrabajadores fue recibida el lunes 7 de julio a las 20:30 por el intendente de Concepción del Uruguay, Dr. Eduardo Lauritto», y que en el encuentro se expuso que la compañía ha incumplido el «pago de indemnizaciones en los términos del Artículo 235 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT)».
Además, se mencionó la posibilidad de promover una denuncia por presuntos «despidos arbitrarios, en contravención de la Ley 20.744, la Ley 24.013 y la Ley 25.273, que protegen los derechos laborales».
Por su parte, los ex empleados difundieron un comunicado donde señalaron que en la reunión con Lauritto solicitaron una «mediación directa con los responsables del Grupo GTA, específicamente los empresarios Joaquín y Marcelo De Grazia».
«Según lo expresado por los presentes, Lauritto asumió el compromiso de gestionar una reunión con la junta directiva de la firma y de coordinar acciones junto al gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, en busca de respuestas concretas», se informó.
Granja Tres Arroyos, complicada para cubrir pagos
La compañía en cuestión, considerada la principal firma avícola de Argentina con una operación basada en ocho plantas que faenan hasta 700.000 pollos al día, viene de notificar a sus empleados que afrontaba complicaciones para abonar el medio aguinaldo.
De ahí que Granja Tres Arroyos terminó por dividir el pago en dos cuotas con finalización estimada para mediados del mes de agosto.
La novedad del pago diferido del aguinaldo fue comunicada por la empresa a sus empleados en la planta que Granja Tres Arroyos opera en Brandsen, provincia de Buenos Aires.
Además de esas instalaciones, la avícola controla instalaciones de faena en Pilar, Ezeiza, Esteban Echeverría y Capitán Sarmiento, también en territorio bonaerense, Concepción del Uruguay (Entre Ríos), Río Cuarto (Córdoba) y Montevideo (Uruguay).
Granja Tres Arroyos arrastra una importante crisis económica
Fuentes ligadas al sector avícola señalan que la empresa atraviesa dificultades a partir de la situación de crisis que evidencia el consumo y las complicaciones que el segmento exportador atravesó sobre todo en la primera parte del año.
La combinación de esos factores generó que Granja Tres Arroyos se mantuviese pagando los salarios mensuales en hasta 4 cuotas.
La relevancia de la firma en el nicho de la producción de carne de pollo es clave: prácticamente el 20% del producto que se genera en la Argentina surge de las plantas de la empresa y hasta inicios de 2025 la avícola exportaba el 35% de todo lo que generaba.
En estos últimos meses, Granja Tres Arroyos afirmó estar complicada a nivel financiero por la baja en el consumo interno y la suba de los costos operativos. A fines de febrero, la compañía dispuso un alto a toda su labor de tarea, con alcance a sus 1.000 empleados, en una medida que se extendió hasta bien entrado el mes siguiente.
La avícola venía de activar un recorte de 80 puestos de trabajo a fines de enero, en una medida que redundó en un paro general establecido por el resto del personal durante el lunes 27 de ese mes.