En diálogo con Canal E, el economista Agustín Campero, ex secretario de Articulación Científico-Tecnológica, analizó los desafíos políticos y económicos que enfrenta el gobierno tras la última elección.
Incertidumbre, FMI y una elección que dejó heridas
Tras el impacto de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, Campero aseguró que la reacción del mercado fue moderada, pero advirtió que podría recrudecer. “Puede volver cierta zozobra si continúa la incertidumbre y los vaivenes políticos”, sostuvo, apuntando a los días previos a los comicios de octubre como los más críticos.
Respecto al apoyo del Fondo Monetario Internacional, relativizó su importancia real: “El Fondo actuó como tenía que actuar para sostener su propia política”, afirmó. Para Campero, el FMI también necesita justificar internamente su respaldo a la Argentina, aunque “la apuesta está cuestionada no tanto por cuestiones económicas, sino por la sostenibilidad política del gobierno”.
A esto se suma una serie de errores estratégicos del oficialismo que, según el economista, agravan la situación. “El gobierno verbalmente fue siempre muy duro, muy provocador, cometió muchos errores electorales en los últimos meses y parece insistir en esa naturaleza”, sentenció.
Desconexión política y deterioro económico
Más allá del frente externo, Campero centró su análisis en el accionar político interno. “El gobierno no está haciendo mucho políticamente como que escuchó a las urnas, todo lo contrario, se está encerrando más en sí mismo”, alertó, marcando la falta de autocrítica tras el revés electoral.
También señaló que la política económica del gobierno genera consecuencias visibles, especialmente en los ingresos de la ciudadanía. “Hay una lectura económica que hacer, que tiene que ver con la dificultad de la gente para llegar a fin de mes”, expresó. En ese sentido, destacó que la situación se mantiene crítica, “al menos en la provincia de Buenos Aires, esa situación no se le modifica”.
Sobre la dinámica electoral, Campero anticipó la aparición de nuevas alternativas: “Puede haber un camino de un voto enojado con el gobierno que no se deposite en el kirchnerismo”, sugirió, aludiendo a una tercera fuerza con arraigo federal.
Respecto a decisiones recientes, criticó la falta de sensibilidad política del oficialismo. “Empiezan a ser mucho más sensibles para la población los vetos en salud y universidades”, advirtió, subrayando el impacto en salarios y la valoración positiva de las instituciones educativas en todo el país. “La caída del presupuesto universitario es tremenda respecto a los dos años anteriores”, remarcó.
Finalmente, dejó una reflexión contundente: “Se suma la inhabilidad política que estamos viendo en este último mes”, concluyó, sugiriendo que el deterioro de la gestión va más allá de lo económico.