A veces, el dolor más profundo puede encontrar un inesperado respiro. Así lo vivió Pampita, quien no pudo contener las lágrimas al confirmar que recuperó los celulares en los que guardaba recuerdos únicos de su hija fallecida, Blanquita -fruto de su relación con Benjamín Vicuña-. Era el material más valioso que tenía y que había quedado en riesgo tras el violento robo que sufrió en su casa.
El robo a la casa de Pampita sacudió a todos durante este lunes. La preocupación comenzó a girar en torno a la integridad de la modelo, que por fortuna no se encontraba dentro de su casa (se encontraba de viaje y recién regresó el sábado, cuando el robo fue el viernes). Pero de todo lo que le robaron, a ella le importaba más lo sentimental, lo vinculado a Blanquita.
Pero por suerte Pampita recuperó estos recuerdos. Un chofer de aplicación descubrió la caja fuerte tirada en un lugar, vio los celulares y rápidamente hizo la cadena. Así, la modelo logró obtener de regreso este material tan importante para ella. Y minutos después habló en el streaming de La Casa donde abrió su corazón y, conmovida, quebró en llanto por la noticia.
“Ya tengo en mi poder los teléfonos. Disculpen que estoy emocionada. Todos los que perdimos un familiar sabemos lo que es ver un video o una foto y escuchar la risa de esa persona que tanto amamos y era material para mí que era muy importante. Son teléfonos muy viejos que no hay manera de pasar el material a otro teléfono”, dijo Pampita casi sin poder hablar.
QUÉ DIJO PAMPITA TRAS RECUPERAR LOS RECUERDOS DE SU HIJA BLANQUITA
El relato de Pampita dejó en evidencia lo que significaba esa recuperación para ella. No era un objeto, sino un pedazo irremplazable de memoria afectiva. Sumergida en un mar de lágrimas y hasta pidiendo disculpas por su llanto, agregó: “Le recé a Dios porque es lo único importante, no me queda más nada de mi hija”.
Según se dio a conocer, los delincuentes que ingresaron a la vivienda descartaron los celulares en un terreno baldío, junto con documentos y pasaportes de los hijos de Pampita. Ese hallazgo terminó siendo la clave para que finalmente la modelo pudiera reencontrarse con ese material tan íntimo.
El periodista Mauro Szeta aportó detalles estremecedores sobre cómo se desarrolló el robo: «Duró seis horas y los delincuentes comieron ahí». La violencia con la que actuaron fue impactante y, de acuerdo a su análisis, todo indica que el hecho estuvo premeditado: «Dieron vuelta la casa con mucha violencia, fue un robo recontra entregado».
El caso continúa bajo investigación, pero lo cierto es que la historia tuvo un desenlace inesperado dentro de tanto dolor: Pampita volvió a tener en sus manos esos teléfonos que guardan imágenes, videos y la risa de Blanquita, recuerdos imposibles de reemplazar.