El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, presentó este miércoles el plan de ayuda financiera que los Estados Unidos dará a la Argentina, tras la reunión entre Javier Milei y Donald Trump de este martes, que duró 20 minutos.
El plato más fuerte que reveló Bessent es que negocia con el equipo económico local un swap por US$ 20.000 millones y la compra de bonos en dólares. En cuanto al primer punto, la Argentina ya cuenta con antecedentes en este tipo de operaciones.
“El Tesoro está negociando actualmente con funcionarios argentinos una línea de swap de US$ 20 000 millones con el Banco Central. Estamos trabajando en estrecha coordinación con el gobierno argentino para evitar una volatilidad excesiva”, publicó en X Bessent, en el tercer día consecutivo que tuitea sobre la Argentina. Faltan precisiones del plazo y la tasa de la operación.
A su vez, se consideran otras posibilidades, como la compra de deuda pública a través de bonos argentinos y de un préstamo directo. “Además, los Estados Unidos está dispuesto a comprar deuda pública secundaria o primaria y estamos trabajando con el gobierno argentino para poner fin a la exención fiscal para los productores de materias primas que convierten divisas”, señaló.
Qué es un swap de divisas
Un swap de divisas es un acuerdo entre dos bancos centrales (o entre un banco central y otra institución financiera) para intercambiar monedas por un período determinado, con el compromiso de revertir la operación en el futuro según una tasa o condición acordada.
En la práctica, el Banco Central de un país recibe dólares u otra divisa a cambio de entregar su moneda o algún activo financiero, con el compromiso de devolverlos más adelante.
Cómo funciona un swap de monedas
El swap brinda liquidez en moneda extranjera, refuerza la estabilidad financiera y muestra respaldo internacional.
- Firma del acuerdo: el país con necesidades de divisas acuerda con la contraparte, que puede ser otro banco central o Tesoro, como en este caso.
- Intercambio inicial: recibe una cantidad de dólares y entrega a cambio pesos, bonos o algún instrumento equivalente.
- Utilización: durante la vigencia del pacto, puede usar esos fondos para necesidades internas, por ejemplo, atender demanda de empresas.
- Plazo y devolución: al vencimiento del swap, debe devolver los dólares recibidos más un interés pactado, para así recuperar sus activos.
Las diferencias frente a otros instrumentos es que no es un préstamo habitual, porque los fondos no se entregan de forma definitiva, sino temporal.
No garantiza que los fondos estén disponibles para uso libre, en algunos casos su empleo se limita, por ejemplo, al comercio bilateral. Las tasas suelen ser más bajas, por tratarse de acuerdos entre bancos centrales.
La Argentina ya tiene experiencia con un swap con China. En abril, renovó por 12 meses una línea activa por 35.000 millones de yuanes, equivalente a US$ 5.000 millones.
Por este mecanismo, el Banco Popular de China entrega yuanes al Banco Central, y a cambio recibe pesos argentinos. En caso de usarlos, la Argentina se compromete a recomprar esos yuanes en el futuro.
El impacto en las reservas
El swap suele tener un efecto positivo inmediato: al recibir los dólares (o la divisa fuerte), las reservas brutas del Banco Central aumentan. Esta inyección de divisas da una señal de mayor fortaleza frente a los mercados.
A su vez, otorga respaldo para la estabilidad: sirve para evitar corridas cambiarias, dar liquidez y reforzar la capacidad de pago de deuda.
Sin embargo, al no ser dólares “propios” del país, sino prestados, que en algún momento deben devolverse, se engrosan las reservas de forma transitoria.
SN