Vapear (consumir cigarrillos electrónicos) es visto como un retroceso en las políticas sanitarias nacionales y mundiales: se consumen menos cigarrillos «comunes» pero aumenta el uso de los electrónicos, que son tan dañinos como los otros. O incluso puede serlo aún más, ya que muchas veces no se sabe exactamente qué contienen estos «aparatitos». Santa fe fue pionera en la aplicación de la Ley Antitabaco en 2005, pero esa normativa no incluía a estos dispositivos.
Ahora, un proyecto presentado por la diputada provincial Sonia Martorano obtuvo media sanción, busca adaptar la legislación a los tiempos que corren. Uno de los aspectos principales es prohibir su consumo en espacios cerrados, lo mismo que sucede con el cigarrillo convencional.
En el mundo se está hablando de este tema. En la primera semana de octubre se hizo pública la preocupación de la Organización Mundial de la Salud que puso énfasis en el aumento del consumo de cigarrillos electrónicos entre adolescentes. El informe del organismo internacional estima que al menos quince millones de jóvenes de entre 13 y 15 años vapean a nivel global.
La Capital se hizo eco de esta problemática en una nota publicada el 12 de octubre, bajo el título: «Preocupa el aumento de vapeadores adolescentes en Santa Fe».
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Un panorama preocupante
El problema se extiende especialmente entre los adolescentes y jóvenes. La Sociedad Argentina de Pediatría dio cifras alarmantes: el 61% de los adolescentes argentinos comienza a consumir cigarrillos electrónicos entre los 14 y 15 años. El vapeo, una «moda» que puede verse con frecuencia a la salida de las escuelas, en plazas, bares y boliches, se profundizó. El problema fue catalogado como «grave» por distintas organizaciones vinculadas a la Salud, privadas y públicas, entre ellas el Programa de Control de Tabaco de Santa Fe.
La legislación existente desde 2005 no contemplaba a los dispositivos electrónicos. Con esta actualización, la provincia busca cerrar un vacío legal y responder a los desafíos que plantea la expansión de estos productos en la población.
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Uno de los pilares del proyecto es la prohibición del uso de estos dispositivos en espacios cerrados de acceso público, al mismo nivel que el cigarrillo tradicional. Además, se refuerza el impedimento de venta a menores de 18 años de cigarrillos electrónicos o productos de tabaco calentado, así como la ampliación de las restricciones a la publicidad, promoción y patrocinio de marcas vinculadas al tabaco o el vapeo.
En rigor, en la Argentina está prohibida la venta de estos dispositivos, sin embargo en comercios a la calle y de manera on line se consiguen con facilidad, y sin restricción de edad.
vapeo adolescentes argentina
El proyecto espera obtener la aprobación definitiva para convertirse en ley. Hay consenso entre autoridades sanitarias y organizaciones sociales relacionadas con la Salud para que avance.
