Los clásicos son tan vertiginosos que en un minuto pueden cambiar completamente. Gerónimo Rivera, 21 abriles, escurridizo juvenil de Banfield, puede dar fe de ello. Porque el #7 pasó de protagonizar una acción de posible penal en contra de su equipo -tal es así que Nicolás Ramírez lo cobró; el fallo fue anulado tras la revisión en el VAR- a convertir el empate contra Lanús.
Pasaron exactamente 63 segundos entre el momento en el que el árbitro Ramírez reconsideró su decisión inicial de marcar penal de Rivera a Sasha Marcich y la definición del mismo delantero para el 1-1. Una jugada que se propició por un error defensivo de Lanús: Ezequiel Muñoz y Diego Medina fueron a cortar un bochazo frontal de Paul Riveros pero no hicieron más que molestarse mutuamente.
De esa descoordinación derivó un rechazo defectuoso que fue a parar a Agustín Alaniz, quien posicionado sobre la izquierda envió un pase paralelo a la línea de fondo para que Rivera la empujara frente a Nahuel Losada.
Un toquecito suave que precedió a un festejo con excesos producidos por la euforia y la mezcla de sensaciones contenidas: Rivera se quitó la camiseta y, en modo Messi en el Bernabéu, se la mostró a la gente de Lanús, motivo por el cual Ramírez lo terminó amonestando.
El festejo de Rivera en la Fortaleza (Fotobaires).
Fue un shock anímico para Banfield. Y un alivio para Rivera, quien apenas un suspiro antes y en el área opuesta había participado de una acción que pudo haber terminado en el 2-0 y la confirmación de la victoria de Lanús. La secuencia: Sasha Marcich, sobre el borde del área grande, intentó desbordar entre Ramiro Di Luciano y Gerónimo. Y al sentir el contacto del brazo del punta, se dejó caer sobre su muslo.
Para Ramírez, a simple vista, fue infracción por el efecto palanca. No obstante, el VAR -con Germán Delfino a cargo- lo convocó a revisar la acción por un posible error manifiesto y el juez, al ver la acción completa, pudo constatar que la fuerza que ejerció Rivera con su brazo no había sido suficiente como para derribar al lateral izquierdo de Lanús. Por eso, a los 29 minutos y 18 segundos del segundo tiempo anuló su decisión inicial. E inaugurando la recuperación de Banfield. Y la jugada que terminaría en el desahogo del autor del empate en la Fortaleza.
El minuto frenético de Rivera en el clásico entre Lanús y Banfield
Banfield –
Rivera cometió un penal que anuló el VAR y luego igualó el encuentro
ESPN.
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