El presidente Javier Milei recibió este sábado la ciudadanía italiana de parte de la primera ministra, Georgia Meloni, y luego participó del festival «Atreju», de las juventudes de ultraderecha, donde destacó su gestión y recordó que muchos creían que su gobierno iba a «durar tan solo un par de meses».
Al hablar en la convención nacional organizada por la premier local, el jefe de Estado expresó: «Contra todos los pronósticos de los analistas y políticos profesionales, creían que íbamos a durar
tan solo un par de meses y que no estábamos capacitados para gobernar. Tuvieron que tirar a la basura todos sus manuales».
«Los argentinos y los italianos estamos unidos por un linaje común y lazos de sangre profundos que datan de varias generaciones. Por eso, más que estar entre amigos, siento que estoy en familia», resaltó el presidente.
En el marco de ese encuentro de partidos conservadores y de derecha del mundo, el mandatario argentino fue aplaudido cuando habló de «la casta» y de sus planes para avanzar en
contra de ese sector. «Soy economista, no soy político. De hecho, siempre desprecié a los políticos por el daño que le hicieron a mi país», arengó Milei en su segundo día de actividades en Italia.
Ante un público afín, el libertario argentino remarcó que el año pasado, cuando ganó la elección, «todas las fórmulas y recetas de la comunicación política profesional fracasaron, la mayoría de la gente eligió algo diferente». Y siguió: «Tengo mis propias recetas, que no son políticamente correctas ni tan profesionales, pero hasta ahora nos han dado resultado».
Además, en su mensaje, cuestionó al «socialismo» en sentido amplio y expresó que «cuando el adversario es fuerte, la única forma de derrotarlo es con una fuerza mayor». Continuó con el tono épico: «Nosotros defendemos una causa justa y noble, mucho más grande que cada uno de nosotros», agregó Milei.
Meloni le otorgó Milei y a su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, la ciudadanía italiana en reconocimiento a la «descendencia».
Roma, traidores y vicepresidenta
«No hay lugar para mezquindades, para el yo o para el ego. No hay lugar para aspiraciones individuales», agregó Milei ante el auditorio tras repetir su «decálogo». Antes, había expresado que «Roma no paga traidores», y esta vez el sentido implícito fue evidente: la renovada disputa con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Esta semana, esa pelea se explicitó con la sesión especial que se llevó adelante en el Senado, donde se decidió expulsar a Edgardo Kueider, peronista aliado del Gobierno y hombre clave para la aprobación de la ley Bases. Milei dijo este viernes que la misma debía ser invalidada, ya que Villarruel no podía ser presidenta provisoria (por su viaje a Italia) y en simultáneo encabezar la Cámara alta. Desde el entorno de la vicepresidenta, respondieron que nunca fueron avisados formalmente del viaje de Milei.
Atreju, en el Circo, a la derecha
El festival Atreju, organizado por la juventud de derechas de Italia, se fundó a finales de los años 90 y fue ganando fuerza con el tiempo, especialmente tras dos años de Gobierno de Meloni. En esta edición, más de 300 invitados se reúnen en el emblemático Circo Massimo de Roma para una fiesta «al estilo italiano».
El evento pasó de ser un encuentro exclusivo de Hermanos de Italia a convertirse en una cumbre interpartidaria que atrajo a referentes de distintos espectros políticos como Giuseppe Conte, del Movimiento Cinco Estrellas, y a invitados internacionales, entre ellos el líder de Vox, Santiago Abascal.
Esta edición es bajo el lema «El camino italiano: respuestas concretas al mundo que cambia». Entre los debates más relevantes figuran temas de la agenda política conservadora: la migración, defensa y cuestiones globales más amplias. Además, el evento programó este año paneles con miembros del Parlamento Europeo y discursos del primer ministro libanés, Najib Mikati, y de Milei.