Thiago Correa tenía apenas 7 años cuando una bala le atravesó la cabeza mientras esperaba el colectivo junto a su papá. Tras dos días de agonía su familia confirmó la noticia que nadie quería escuchar: Thiago murió. Su padre, Fabián Correa, publicó un mensaje breve y desgarrador: “Estoy destrozado, me dejaste hijito mío. Te amo y te voy a amar toda la vida. Ahora sos mi angelito”.
El caso ocurrió el miércoles pasado por la noche, en el cruce de las calles Crovara y Madrid. Fabián esperaba el colectivo con su hijo para llevarlo a la casa de su madre cuando el agente Facundo Aguilar Fajardo, que estaba de civil y de franco, fue abordado por cuatro delincuentes. El policía sacó su arma reglamentaria y disparó al menos once veces. Uno de esos disparos –al parecer– impactó en la cabeza de Thiago.
“Yo estaba esperando el colectivo con él. Primero escuché una explosión, pensé que era una moto, y de repente empezaron a tirar cuatro tiros más. Ahí me di cuenta de que se estaban agarrando a tiros. Cuando quiero tirar al piso a Thiago, ya lo había herido una bala”, contó Fabián, quebrado por el dolor.
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Thiago fue llevado de urgencia al hospital por un automovilista que se detuvo a socorrerlos. “Empecé a gritar: ‘¡Ayuda! ¡Por favor!’. Lo último que me dijo fue ‘papá’. Siento que fue una pesadilla”, relató el padre entre lágrimas.
Acompañado por su familia, Fabián volvió a hablar el viernes desde la puerta del hospital: “Es muy doloroso para todos. Necesito justicia, por favor. Esto se tiene que pagar”.
En sus redes sociales, también compartió otra publicación junto a una foto del pequeño: “A esta hora tendrías que estar tomando mates conmigo para ir a jugar, hijo. ¿Por qué?”.
La muerte de Thiago sacudió a todo el barrio y especialmente al Club Defensores Unidos de Tablada, donde el nene de 7 años jugaba al fútbol. “Thiago luchó con valentía hasta el final, pero una tragedia injusta nos lo arrebató demasiado pronto. Su sonrisa, su energía y su amor por el deporte quedarán por siempre en nuestra memoria”, expresó la institución, que permanecerá cerrada por duelo.
Mientras la familia exige justicia, la causa judicial avanza. El policía que disparó, Facundo Aguilar Fajardo, fue detenido por orden del fiscal que investiga el caso, quien considera que el efectivo se excedió en el uso de la fuerza. Según los primeros indicios, los disparos se produjeron cuando los ladrones ya estaban en retirada. Las cámaras de seguridad captaron parte del momento, y se observan disparos ejecutados sin una amenaza inmediata.
Brandon Corpus Antelo, de 18 años, murió en el lugar. Uriel Alexis Montenovo recibió un disparo en el estómago y Uriel Emanuel Leiva fue herido por la espalda. El cuarto integrante de la banda logró escapar y permanece prófugo. La Policía Científica no encontró vainas servidas en el lugar, lo que genera sospechas sobre un posible intento de alterar la escena. Solo apareció el cargador del arma de Fajardo.
A pesar de estas pruebas, el accionar del agente fue respaldado públicamente por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. En una conferencia de prensa realizada antes de conocerse el fallecimiento de Thiago, la funcionaria declaró: “Los responsables directos de la situación que atraviesa Thiago Benjamín Correa son los delincuentes. Uno de ellos murió en la legítima defensa que realizó Facundo Aguilar Fajardo en el cumplimiento de su deber”.
Bullrich también apuntó contra el contexto social del lugar: “Esto no es casualidad, es La Matanza, es tierra de nadie”, dijo la funcionaria del gobierno de Javier Milei.