El jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), el nepalí Bikas Joshi, llegó al país y se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, para analizar la marcha del programa acordado en abril. El titular de Hacienda le aseguró que profundizará el ajuste fiscal para lograr la meta de superávit prevista para septiembre, de $ 9,3 billones.
En los primeros cinco meses del año, Caputo consiguió acumular un excedente de $ 6,9 billones, según estimaciones del Centro de Economía Política Argentina (Cepa). Para alcanzar la meta solo tendría que mantener un promedio mensual de $ 600.000 millones de saldo a favor. Ese resultado se alcanzó a pesar de que el gobierno viene perdiendo recursos tributarios, lo cual activó un conflcito creciente con las provincias.
En ese contexto, el presidente Javier Milei salió a pedir a los ministros de su gabinete que pasen un listado con nuevos ajustes. Del otro lado, vetó la ley que otorgaba fondos para atender la crisis originada por las inundaciones en Bahía Blanca, y adelantó que hará lo mismo con los proyectos legislativos para dar alivio a jubilados y personas con discapacidad.
Es que mientras el gobierno recorta cada vez más gasto operativo y social, a tal punto de abandonar totalmente el mantenimiento de la infraestructura, crece la cuenta de pagos de deuda. Un reporte de la consultora Quantum, que dirige el economista Daniel Marx, el superávit explica apenas el 2% de los vencimientos al año.
Alerta reservas
Por eso, el FMI sigue mirando el frente cambiario del gobierno de Javier Milei. En el mismo mercado aparecen voces que cuestionan la falta de acumulación de reservas “genuinas” de parte del Banco Central.
Tras la firma de un acuerdo crediticio por u$s 20.000 millones a comienzos de este año, la Argentina se comprometió a aumentar en unos u$s 4.400 millones las reservas del Banco Central. Decidido a no comprar divisas en el mercado para no presionar el tipo de cambio y la inflación, el gobierno lanzó un operativo para recaudar dólares d distintas cajas. El BCRA convocó a una segunda licitación de su programa de Repos con bancos internacionales, por u$s 2.000 millones y a dos años de plazo. Pagó una tasa fija anual del 8,25%. Economía, mientras tanto, colocó un bono al 2030 por el que captó u$s 1.000 millones.
En medio de la visita de la misión del FMI al país, el presidente también enfrenta otro desafío: la deuda flotante cercana a los u$s 60.000 millones compuesta por compromisos con importadores y empresas que buscan remitir dividendos al exterior.
Según datos recientes y tomando un hilo de los últimos 18 meses, la deuda comercial con importadores alcanzó un pico de u$s 58.800 millones en marzo de 2024, antes de las emisiones de los Bopreal. Hacia diciembre de 2024, este stock se redujo a u$s 53.648 millones, gracias a una disminución de u$s 3.315 millones entre enero y abril de 2025, según el Informe de la Evolución del Mercado de Cambios del BCRA. A esta cifra se suman aproximadamente u$s 7.000 millones en dividendos retenidos, lo que eleva el total a un nivel cercano a los u$s 60.000 millones. Estas estimaciones subrayan la magnitud de los pasivos acumulados, que representan una presión significativa sobre el mercado cambiario.
La emisión de Bopreal, diseñada para aliviar esta presión, tuvo resultados mixtos. La deuda flotante genera incertidumbre en el mercado y presiona las reservas internacionales del BCRA. La oposición cuestionó al gobierno por recurrir a prácticas creativas para minimizar la percepción de la deuda. Por ejemplo, no reflejar adecuadamente los pasivos acumulados por esos títulos, que superan los u$s 10.000 millones.
Sin ascenso
La estrategia de endeudamiento del ministro Caputo chocó con una mala noticia. La empresa MSCI, que elabora índices de referencia para los fondos globales, mantuvo a la Argentina en la categoría “standalone” (independiente), con lo cual el país deberá esperar por ahora para volver a ser ascendido a mercado “emergente”.
“Salvo alguna excepción, Argentina recién podría ser incluida en la lista en junio de 2026 para ser reclasificada a frontera o emergente en junio de 2027”, explicó el titular de Latam Advisors, Sebastián Maril.
La noticia no fue bien recibida en el Palacio de Hacienda, en momentos en que la estrategia del equipo económico se vuelca a acelerar el regreso a los mercados voluntarios con vistas a los fuertes vencimientos de deuda del 2026. El riesgo país persiste en un nivel de 700 puntos.
El mercado también evalúa que el Gobierno se está endeudando caro para conseguir reservas internacionales. El crédito Repo salió con una tasa del 8,5%.