Una cobertura montada en la vereda del edificio más caro de Núñez. Decenas de cámaras, cientos de metros de cables, muchos micrófonos y una cantidad exorbitante de cronistas. Así, se vivió la simple situación de una entrega de unas hijas de padres divorciados.
Wanda Nara y Mauro Icardi capturaron la atención de todo el país, por todo el escándalo que se activó el viernes pasado, con esa especie de retención infundada de la famosa de sus pequeñas Isabella y Francesca, que se extendió durante más de diez horas.
El futbolista consiguió la autorización de la Justicia para devolver a sus herederas entre las dieciocho y diecinueve horas, que se basó en la dilación de su ex esposa de la anterior semana. Por eso, los móviles de la televisión se clavaron en la puerta del Chateau, a la espera de otra polémica.
A raíz del horario, Yanina Latorre dispuso de ese momento preciso en su ciclo Sálvese quien pueda, por eso la movilera narró la articulación de los acontecimientos. «Ya llegó, no entró por el ingreso principal. Pasó por acá por esta puerta, dio la vuelta, vino con Elba Marcovecchio, que lo acompañó en el asiento de adelante», contó.
ICARDI DEVOLVIÓ A SUS HIJAS A WANDA NARA CON LA POLICÍA
La angelita la detuvo y le consultó: «¿Por qué fue cinematográfico?». De ese modo, la periodista en el edificio confirmó algunos detalles espinosos: «Cuando entraba, llegó la policia, se abrió el portón, salió la seguridad privada. La policía no sabemos por qué vino, seguramente porque el viernes pasado fue un escándalo».
En pleno vivo, la cronista sufrió una especie de amenaza de un empleado del edificio, por eso Yanina saltó a defenderla y bramó: «No es manera de tratar a la gente ,ella está trabajando. Entiendo que los vecinos están podridos, pero es demasiado operativo. Todo esto son los caprichos de Wanda«.