No solo se destaca en la cancha. Rodrigo De Paul también llama la atención por su look, su personalidad extrovertida y su cuerpo lleno de tatuajes con historia. En los últimos años, el mediocampista se convirtió en uno de los futbolistas más tatuados de la Selección argentina, y cada uno de sus diseños tiene un significado especial.
En total, Rodrigo tiene «miles» de tatuajes visibles y algunos más escondidos. Entre los más importantes están los que celebran sus logros deportivos, su pasión por el fútbol y, por supuesto, su vida sentimental. A lo largo del tiempo fue sumando tinta que marca distintos momentos de su carrera y sus relaciones personales.
Uno de los más emblemáticos es la fecha del campeonato mundial. El «18-12-22» quedó grabado en su cuello, con tipografía gótica, como homenaje a la histórica final que consagró a Argentina en Qatar. Además, se tatuó el escudo de la AFA y una camiseta con la fecha de su debut, ambos en su brazo derecho, para no olvidar nunca sus comienzos.
En el hombro tiene tatuados unos botines y una pelota, símbolo de su conexión eterna con el fútbol. Y en la parte baja del abdomen, Rodrigo se tatuó tres íconos representando los títulos que consiguió con la Selección: la Copa América, la Finalissima y el Mundial. Todo un resumen de gloria que lleva sobre la piel.
EL TATUAJE QUE MÁS LE GUSTABA A TINI
Entre tanto diseño futbolero, hay uno que se ganó un lugar especial en su corazón… y también en el de su pareja, Tini Stoessel. Cuando estaban en su mejor momento, De Paul se tatuó dos mariposas pequeñas detrás de la oreja, un guiño directo al universo artístico de Tini, que usa ese símbolo como parte de su identidad visual.
Pero no fue el único detalle romántico. Ambos se hicieron el mismo tatuaje en la mano derecha: dos corazones unidos, como símbolo de su amor. Aunque hoy ya no están juntos, los tatuajes siguen ahí, como prueba de esa relación que fue intensa y muy mediática. Incluso se llegó a decir que compartían la misma frase tatuada: «Quiero más», aunque eso nunca fue confirmado del todo.
Rodrigo siempre fue fanático de los tatuajes. En más de una entrevista dijo que cada uno lo conecta con un momento puntual de su vida. No es casual que todos sus tattoos estén cargados de simbología y recuerdos fuertes: títulos, familia, pareja, y hasta canciones que marcaron su historia.
Mientras sigue brillando en el Atlético de Madrid y en la Selección (aunque mucho se dice que podría irse a jugar con Messi al Inter Miami), su cuerpo sigue hablando. Y aunque el amor con Tini ya es parte del pasado, el tatuaje de las mariposas sigue ahí. Porque, como él mismo dijo una vez, “las cosas importantes no se olvidan… se tatúan”.