Un camión bomba explotó este jueves por la tarde en una transitada avenida de Cali cerca de la escuela militar de aviación. Las seis víctimas mortales fueron civiles, entre ellos un menor de edad. Más temprano en Cali, murieron 12 policías antinarcóticos cuando sobrevolaba Amalfi y fue alcanzado por drones.
Colombia vivió este jueves lo que el presidente Gustavo Petro calificó como «un día de muerte». Un camión bomba explotó en Cali sobre una avenida transita y mató a seis personas, entre ellas, un menor de edad y dejó heridas a más de 70. Más temprano en Amalfi, 12 policías murieron cuando sobrevolaban en helicóptero una zona rural. Petro responsabilizó en ambos casos a grupos del Estado Mayor Central (EMC), una de las principales estructuras de las disidencias de las Farc; sin embargo, nadie se atribuyó la autoría de los ataques y en principio tampoco estarían vinculado. El mandatario es duramente cuestionado por la oposición por su política de «paz total».
Según informó EFE, el camión bomba explotó el jueves por la tarde en un punto de la Carrera octava de Cali, una transitada avenida llena de comercios en donde está situada la escuela militar de aviación Marco Fidel Suárez, donde se forman los miembros de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC). Todas las víctimas mortales, no obstante, fueron civiles.
Otro camión, cargado también con cilindros bomba, no alcanzó a ser detonado y quedó en medio de la avenida.
Petro confirmó que hay dos detenidos y que «uno de ellos ya está colaborando». El presidente publicó además la foto de uno de los capturados en Cali, que responde al alias “Sebastián” y pertenece a las estructuras del EMC, dirigidas por “Marlon”, subordinado a la Junta del Narcotráfico, un grupo del que supuestamente hacen parte varios organizaciones dedicadas al tráfico de drogas.
Según Petro, su Gobierno seguirá «la acción contra este tipo de agrupaciones que se han mal llamado disidencias porque en realidad son bandas del narcotráfico actual coordinadas internacionalmente» con «mafias mexicanas, albanesas (…) italianas».
«Estamos enfrentando una mafia internacional con bandas armadas aquí, no es una confrontación política», subrayó el presidente, quien dijo que el ataque es una reacción a los recientes golpes de las autoridades contra el EMC en el Cañón del Micay, una región montañosa del vecino departamento del Cauca, cercana a Cali.
Petro añadió que, tras el consejo de seguridad, descartó la posibilidad de declarar el estado de conmoción interior, una medida de excepción para enfrentar perturbaciones graves del orden público que pongan en riesgo al seguridad del Estado y la convivencia ciudadana.
«La decisión es profundizar unas medidas por decreto (…) para eliminar aún más la producción de cocaína y la dificultad de exportar esa cocaína desde el litoral Pacífico», dijo al ser preguntado sobre la posibilidad de decretar la conmoción interior ante el deterioro del orden púbico en el país.
Ataque contra un helicóptero policial
Horas antes de las explosiones en Cali un helicóptero policial en Amalfi, Antioquia, fue derribado con drones cuando, según la emisora de radio W, «se dirigía a apoyar a un grupo de policías que adelantaba labores de erradicación manual de cultivos ilícitos». En ese lugar operan disidencias de las Farc y el autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), más conocido como Clan del Golfo.
Según informó BBC Mundo, el ataque contra el helicóptero y los agentes fue atribuido al EGC por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, mientras que el presidente Petro lo vinculó con disidencias de las Farc.
Tras los ataques de este jueves, que hasta ahora no parecen vinculados, opositores al gobierno de Petro como el partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe, cuestionaron con dureza la gestión en seguridad del actual mandatario.
«Mientras la seguridad del país se deteriora de manera alarmante, el Gobierno Petro concentra sus esfuerzos y los recursos del Estado en proteger a los criminales de las Farc y el ELN con el argumento de los diálogos de la paz total», dijo el partido en X.
En línea similar se expresó el expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal, quien dijo en una carta que «resulta evidente que la llamada política de paz total del gobierno de Gustavo Petro ha fracasado en su propósito de reducir la violencia».
Rosario3