Un buen sector para medir el termómetro económico de un país es el hotelero. Basta con analizar variables como la ocupación, según categoría, y la rentabilidad del negocio para tener una radiografía del nivel de consumo y actividad. Por ejemplo, un aumento en la ocupación y en los precios de las habitaciones habla de una economía en expansión, con mayor movilidad interna y externa, mientras que caídas prolongadas pueden reflejar una recesión por pérdida de ingresos o por la elección de vacacionar en otros destinos fuera del país, en el caso de los clientes con mayor poder adquisitivo.
El mapa hotelero es variado en precios y servicios, por lo que se vuelve fundamental analizarlo en su conjunto para entender cómo marcha el negocio, qué realidades se comparten de un establecimiento a otro y cuáles cambian según el tipo de público al que apuntan.
Negocios entrevistó a los referentes de tres marcas del sector para conocer el desempeño que tuvieron durante 2024 y las previsiones para la temporada primavera/verano y el próximo año. Los consultados son Pedro Etchandy, gerente del hotel Ros Tower, Gustavo Grande, gerente del hotel Puerto Norte, ambos de categoría premium, y Martín Castro, gerente de la cadena Solans, con cuatro hoteles en Rosario que cubren el segmento 4 y 3 estrellas: Riviera, Presidente, Libertador y República.
Un punto que compartieron los tres al analizar el panorama actual en ocupación y resultados es que la agenda de eventos, tanto deportivos (con los Juegos de Alto Rendimiento (Jadar) a la cabeza), como culturales (con recitales y festivales como el FARo, el Festival de Jazz de Rosario, el Fontanarrosa y las Noches del Lunario), motorizaron la afluencia de turistas nacionales durante los fines de semana. La combinación de propuestas de estos dos segmentos generó picos de ocupación cercanos al 90% en los principales fines de semana de actividad, especialmente en abril, julio y septiembre.
Según cifras de la Secretaría de Deporte y Turismo de Rosario, durante los Jadar la ciudad registró más de 70.000 visitantes y una ocupación promedio del 70%. Incluso, durante la última semana, los niveles superaron el 80%. Estos índices establecieron un nuevo récord local, siendo el más alto hasta el momento el del 25 y 26 de abril, con un 75% de ocupación impulsado por el recital de Los Piojos.
“Creció mucho todo lo vinculado a espectáculos en Rosario. Venimos trabajando con varias productoras y todos los fines de semana hay algo. En lo que es deportes también, desde el Ros Tower trabajamos gran cantidad de equipos de fútbol que vienen y se hospedan acá. Además, la Municipalidad viene generando torneos y eventos que traccionan. En los Jadar, particularmente, tuvimos a todos los dirigentes hospedados en nuestro hotel, a precios un poco más económicos de lo que estamos acostumbrados, pero igual sirvió”, señaló Etchandy.
Los juegos que acercarán 2 millones de personas
En este escenario, la decisión de que Rosario sea una de las sedes de los Juegos Suramericanos 2026 en septiembre próximo genera gran expectativa en el sector. Los entrevistados coincidieron en que se espera una ocupación total en los hoteles, no solo locales sino también en las ciudades cercanas. Participarán más de 4.000 deportistas de distintos países y se espera una afluencia cercana a 2 millones de personas, lo que, en palabras de Etchandy, “da la pauta de que no va a dar abasto la ciudad” para hospedar a todos los visitantes.
“Van a ser dos semanas de ocupación plena, pero hay que esperar el proceso de licitación que determinará los hospedajes para las delegaciones y los miembros del Comité Olímpico. Se presentan las empresas turísticas que organizan los viajes y luego ellas nos contratan a nosotros, los hoteles. Por ejemplo, en los Jadar, Auckland fue la empresa que contrató al Ros Tower para hospedar a la comisión directiva”, explicó Etchandy.
Puerto Norte hotel
Construido sobre históricos con valor patrimonial, el hotel Puerto Norte se inauguró en junio de 2015.
Foto: Héctor Río / La Capital.
Por su parte, Gustavo Grande señaló que durante los Jadar trabajaron bien, con un nivel de ocupación de entre el 70% y el 80%, y se refirió a las perspectivas para el año que viene: “Para 2026 hay buenas expectativas en general, porque están programados varios congresos importantes que nos ayudan en lo que es turismo corporativo, mientras que los Suramericanos prometen muy buen nivel de actividad”, explicó, teniendo en cuenta la afluencia de las federaciones deportivas, las familias de los deportistas y los aficionados.
En diálogo con Negocios, Martín Castro consideró muy positivo que Rosario tenga su imagen asociada al deporte y a las actividades culturales y educativas. Destacó que un evento de la magnitud de los Juegos Suramericanos terminará de afianzar a la ciudad como centro cultural y deportivo del país, y que será un hito en ocupación. “Es un suceso al nivel de los mundiales de hockey y rugby. No es la primera vez que somos sede de un evento internacional de este tipo, ya hay una trayectoria en el deporte”, sostuvo el referente hotelero.
Turismo familiar vs. corporativo
A la hora de hacer un balance de los diez meses transcurridos, Etchandy y Grande lo resumieron en dos variables. Por un lado, el crecimiento del llamado “turismo de escapada”, aquel que realizan familias, parejas o grupos de amigos los fines de semana, motivados por el placer, el descanso y el entretenimiento. Este tipo de viajes mostró un repunte sostenido, mientras que el turismo corporativo registró una baja, tanto en el caso de las empresas que solían enviar a sus ejecutivos en viajes cortos de trabajo como en el de los profesionales y empresarios que asistían a congresos o convenciones. En esto algo tiene que ver que post pandemia muchos ejecutivos adoptaron el trabajo a distancia sin inconvenientes.
Por otro lado, ambos admiten haber registrado mejores niveles de ocupación que en 2024, un año marcado por los problemas de inseguridad, sobre todo a comienzos del año, lo que afectó la llegada de viajeros en momentos clave como Semana Santa. Cuando se habla de un promedio aceptable de ocupación mensual, los hoteles coinciden en que el piso debe ser del 70% en adelante. Sin embargo, también aseguraron que la rentabilidad cayó notoriamente, afectada por el aumento de los costos operativos, la suba de tarifas de servicios y la dificultad para trasladar esos incrementos al precio final de las habitaciones.
“En cuanto a 2025, se nota una mejoría, un 50% arriba en ocupación respecto del año pasado, cuando la inseguridad afectó. Tenemos mucho terreno por delante para seguir creciendo. Estamos alcanzando porcentajes similares a los de 2022, que fue un buen año. En los últimos meses se nota afluencia de turistas, pero principalmente los fines de semana. El segmento corporativo cayó un poco durante el año, aunque en agosto y septiembre tuvimos algunas reservas de este tipo, y es un segmento clave porque te levanta la ocupación promedio mensual”, sostuvo Grande.
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En el caso del Ros Tower, la baja en el sector corporativo fue más notoria y viene afectando la performance anual del hotel. “Subió la ocupación alrededor de un 10% este año por el turista de fin de semana que viene a recorrer, pero los costos fijos también, entonces la rentabilidad se achicó. Tenemos un espacio muy grande, el personal se paga más por ser un hotel cinco estrellas y los servicios e impuestos municipales y provinciales también. Lo que más se redujo es la ocupación del corporativo, porque las empresas en general están acortando sus gastos, si antes hacían un evento con cena y noche incluida ahora capaz hacen una merienda y al ser nosotros un lugar con un perfil empresarial muy marcado esto nos perjudicó, señaló Etchandy.
La menor contratación del turista ejecutivo se da en hoteles cinco estrellas como el Ros Tower o Puerto Norte (este último no utiliza el sistema de estrellas, aunque se lo considera dentro de esa categoría), pero no en el caso de la cadena Solans, que maneja una gama media más accesible, lo que la vuelve una opción atractiva en un contexto de ajuste. Castro señaló que no notaron un descenso en las reservas corporativas: “De lunes a viernes el grueso de la ocupación se da por este tipo de huésped, y más en esta época que es floreciente en congresos, ferias y eventos de este tipo. En cambio, en el turismo vacacional, la estancia que antes era de dos semanas se redujo primero a una y ahora a un promedio de tres o cuatro días, lo que termina afectando al negocio”.
Precios competitivos
No solo vale analizar los niveles de ocupación de un establecimiento, sino también la tarifa. Puede suceder que el primer índice mejore, pero a costa de trabajar con valores más económicos, lo que deja un rendimiento menor. Esto sucede mucho en verano, cuando los hoteles de la ciudad presentan una baja en huéspedes y ofrecen descuentos o promociones como el 3×2, tres noches por el precio de dos, como en el caso de la cadena Solans. Una noche en alguno de sus hoteles ronda los $100.000, y lo que más destaca Castro del servicio es el desayuno buffet que brindan a los huéspedes, muy completo y con variedad de opciones para degustar.
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El hotel Riviera Solans se encuentra ubicado en plena zona céntrica, lo que le da una ubicación estratégica por su cercanía a oficinas y lugares turísticos de la ciudad.
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital.
Por su parte, Grande sostuvo que, así como hay momentos en los que se pueden ofrecer promociones o paquetes especiales en fechas como el Día de la Madre o San Valentín, también hay ocasiones en que el precio de las habitaciones sube por alta demanda. Por ejemplo, una noche en una de las habitaciones más accesibles del hotel cuesta unos u$s 140, pero cuando un grupo reserva, por ejemplo, cincuenta habitaciones, el valor puede escalar a u$s 180 en promedio, ya que se incluyen cuartos de mayor categoría.
“Igualmente no nos posicionamos por el precio, sino por la calidad del servicio. Tenemos asistencia personalizada en los cuartos, servicios de spa, gastronomía de primer nivel en nuestro restaurante Moskada con vista exclusiva al río Paraná, y ambientes aromatizados con el mismo perfume. Buscamos que la experiencia sea integral”, destacó el gerente del hotel Puerto Norte.
En el caso del Ros Tower, la noche estándar cuesta $140.000. Este valor varía, por ejemplo, cuando hay empresas con licitaciones de por medio, como en los Jadar o los Juegos Suramericanos, momento en el que el precio baja un poco, mientras que, en fechas de alta demanda, durante ferias como Expoagro o Agroactiva, sube. Etchandy destacó además que una propuesta que funciona muy bien en el hotel es el “Family Plan”, donde las familias pagan el valor de una habitación y pueden alojarse con sus hijos.
“Tenemos un personal excelente, muy buena gastronomía, un kinder para chicos que funciona los fines de semana con distintos juegos y sala de cine donde los papás pueden comer con sus hijos, habitaciones amplias y nuestro espacio Agua Tierra Spa, con hidromasajes al aire libre, saunas secos y húmedos, además de la pileta”, señaló el directivo comercial del Ros Tower.