CÓRDOBA.- Después de que la autopsia de Jesús Buffarini, el joven muerto en una pelea a la salida de un boliche en General Cabrera (Córdoba), confirmara que se había “desnucado”, la Justicia modificó la carátula de la causa, que pasó de homicidio preterintencional a homicidio simple en grado de coautoría. En paralelo con el agravamiento de la acusación, fue detenido otro presunto implicado en el caso.
El fiscal que intervino inicialmente en el caso, Daniel Miralles, se apartó y fue reemplazado por su par Javier Di Santo, que resolvió modificar la carátula del expediente, con lo que dejó atrás la idea original de que la muerte de Buffarini, de 23 años, había sido consecuencia de una acción que tuvo intención de causar un daño, pero no un homicidio.
El domingo se entregó voluntariamente uno de los partícipes de la riña mortal, Federico Cabrillana –que quedó detenido en la cárcel de Río Cuarto–, en tanto que ayer fue arrestado Federico Melano. Este jueves se presentará ante el fiscal Di Santo. Por la tarde, en General Cabrera, habrá una marcha pidiendo “justicia para Jesús”, primo del futbolista Julio Buffarini, ex defensor de Boca, San Lorenzo y Talleres, y actual integrante del plantel de Independiente.
Alejo Arias, tercer integrante del grupo que integraban Cabrillana y Melano, sigue en libertad porque para los investigadores no participó de la golpiza que le dieron a Buffarini. Sin embargo, Elías Buffarini, primo de la víctima que estuvo presente cuando se produjo el hecho trágico, dijo que vio que los tres lo atacaron.
El caso recuerda al de Fernando Báez Sosa, ocurrido en enero de 2020 en Villa Gesell. El abogado de esa familia, Fernando Burlando, se contactó con la familia Buffarini y hablará ahora con la abogada Rosa Sabena, que representa a los Buffarini. En declaraciones periodísticas, la letrada varias veces comparó los casos: “Comienza dentro de un boliche un incidente y luego se retira, esta gente lo persigue, lo atacan entre los tres. Y después de que constataron que ya no tenía signos vitales, se van y lo abandonan”.
El sábado por la noche, Buffarini y Melano discutieron adentro del boliche Green House. A Buffarini, de 23 años, lo expulsó la seguridad, y se fue en su auto a su casa. Melano, Cabrillana y Arias lo fueron a buscar en la camioneta del primero.
Cuando Buffarini bajó de su auto lo atacaron a golpes. El joven, que jugaba al fútbol en la liga regional de Río Cuarto, cayó al piso luego de recibir una trompada. La autopsia reveló que el golpe le provocó una luxación cervical que afectó la médula espinal. Llegó muerto al hospital.
El padre de la víctima, Mario Buffarini, se reunió ayer con los ministros de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, y de Justicia, Julián López. “Lo recibimos para ponernos a disposición en un momento tan difícil que le toca vivir como padre”, explicó Quinteros.
El padre planteó: “El cambio de carátula muestra que es la verdad lo que nosotros decimos; no como se decía por ahí, que se trató de un accidente. Accidente podía ser si peleaban adentro del boliche donde comenzó la discusión. Pero a mi hijo salieron a cazarlo. Hay dos testigos que vieron cómo lo mataron a patadas”.
“No voy a parar porque voy a seguir hasta que estén los tres responsables presos. Como debe ser. Después veremos en el juicio lo que ocurre y yo aceptaré lo que se disponga”, añadió.
Jesús Buffarini, de 23 años y padre de una nena de cuatro, jugaba en el club Recreativo Unión de Olaeta en General Cabrera, una ciudad del sur cordobés conocida por ser la “capital nacional del maní”.
La entidad se solidarizó con la familia a horas del crimen: “Gracias por dejarnos lindos recuerdos, gracias por tu alegría y por tus goles. Nuestras condolencias a sus familiares y seres queridos”. El domingo pasado se suspendió la fecha del fútbol por duelo.