Piden la detención del empresario Marcelo Porcel, hijo del fundador de Argencard denunciado por abuso sexual de al menos 10 menores

La investigación contra el empresario Marcelo Porcel, acusado de abusar sexualmente de al menos 10 compañeros de colegio de su hijo en el barrio porteño de Palermo, sumó nuevas pruebas. Pablo Hawlena Gianotti, abogado de las familias denunciantes, calificó como un «logro obtenido en soledad» el avance de la causa y reclamó la detención del acusado, hijo del fundador de la tarjeta de crédito Argencard. Sin embargo, el hombre está ahora en Uruguay con permiso de la Justicia.

Gianotti remarcó la «contundencia de las pruebas» contra Porcel y cuestionó la lentitud del Estado. Señaló que, pese a contar con peritajes informáticos y testimonios en Cámara Gesell, el magistrado a cargo del caso decidió mantener un «temperamento expectante» bajo el argumento de la economía procesal. El reproche es a Carlos Manuel Bruniard, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°50. El fiscal que lleva adelante el expediente es Pablo Turano.

«Nosotros requerimos la indagatoria y detención del señor Marcelo Eduardo Porcel el 27 de noviembre de este año 2025», insistió Gianotti en una entrevista televisiva. Y explicó que el imputado operaba bajo una «matriz de conducta» para captar menores.

Una conducta depredadora

En la causa, que genera conmoción en la comunidad educativa del colegio Palermo Chico, se detalla que Porcel, de 51 años, utilizaba el compañerismo escolar de sus hijos como un «coto de caza». Según la denuncia, el empresario atraía a los adolescentes de entre 13 y 14 años a su domicilio en la torre Le Park o a sus oficinas, donde los inducía a la ingesta de alcohol y apuestas ilegales mediante transferencias de dinero en billeteras virtuales.

«El fin último estaba, mediante la captación de la voluntad, en autosatisfacerse sexualmente logrando la desnudez de los menores», explicó el abogado. El letrado confirmó el hallazgo de imágenes de un menor obtenidas mediante una cámara oculta en una ducha. Estaban en el celular secuestrado a Porcel.

Los relatos de las víctimas ante la Justicia, realizado bajo la modalidad de Cámara Gesell, fueron contundentes, sin fabulaciones y coincidentes entre sí. Los encuentros descritos en el expediente muestran un patrón sistemático y progresivo, diseñado para ganar la confianza de los menores y normalizar las conductas de abuso.

Alcohol y dinero

Todo comenzaba con invitaciones casuales a la casa u oficina del acusado, organizadas a través de amigos comunes o grupos de WhatsApp con nombres código como «Yubiyubi» o «Agente P», disfrazadas como juntadas para cerrar el año o divertirse.

«Nos llevaba a su oficina, como dije antes, para que no se entere la madre de mi amigo, y bueno ahí sí, nos daba alcohol, pero un montón, hasta que hagamos literalmente todo lo que nos diga porque también, bueno, había plata en el medio», declaró uno de las presuntas víctimas.

En las descripciones de los encuentros que hicieron las víctimas se mencionan desafíos de alcohol a cambio de figuritas del Mundial Qatar 2022 y ofrecimiento de dinero por dar una vuelta en calzoncillos alrededor de una mesa de la oficina. De eso último se sospecha que hay un video.

Justicia lenta con los adinerados

A pesar de que la investigación penal contra el empresario se inició formalmente en 2024 tras revelaciones surgidas dos años antes, Porcel aún no fue citado a indagatoria ni se le dictó la prisión preventiva.

Mientras la querella y el Ministerio Público Fiscal advierten sobre el riesgo de que el acusado busque nuevas víctimas, la justicia solo dispuso medidas restrictivas de acercamiento.

«Esta persona siempre tuvo a las presas bajo su dominio. El depredador sigue a la manada: ¿dónde va a haber una nueva manada de presas? En el próximo colegio que los acepte», sentenció Gianotti. El abogado exigió una condena de cumplimiento efectivo por abuso sexual agravado y corrupción de menores.

Porcel le pidió a la Justicia viajar a la Ciudad de Punta del Este, en Uruguay, desde el 17 de diciembre hasta el 5 de enero de 2026. Es dijo, por el casamiento de su sobrina. El juez y el fiscal le dieron permiso: consideran que no hay riesgo de fuga, que tiene arraigo en el país y tuvieron en cuenta que no posee antecedentes penales.

Mirar para otro lado

Uno de los aspectos más delicados del caso es lo que ocurrió antes de la denuncia. Varios padres relataron que las conductas del empresario eran objeto de «comentarios» en la comunidad educativa. Y hubo reacciones, pero indirectas: familias que decidían alejarse, chicos a los que no se les permitía quedarse a dormir y cambios de curso para evitar coincidencias.

La institución educativa Colegio Palermo Chico, según surge de los testimonios, fue informada de algunas preocupaciones, pero no recibió denuncias formales. Accedió, sí, a los cambios de divisiones que pidieron algunos padres.

Poderosos que se creen impunes

Porcel es el hijo del fundador de Argencard, la tarjeta de crédito que hace unos 30 años se vendió al Grupo Exxel.

Fue concesionario del shopping Oh! Buenos Aires, un emprendimiento que abandonó hace unos meses. El año pasado, en el marco de la presentación de ese centro comercial, dio una entrevista a la revista Forbes en la que se presentó también como representante del Grupo Hatzalaj, una compañía de capitales uruguayos y panameños enfocada en el desarrollo inmobiliario comercial.

En su perfil de la red social LinkedIN, Porcel se presenta como presidente de Campazu S.A., una empresa agricultora y ganadera en la que trabajó durante 20 años.

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