Mauricio Macri reveló en una reciente entrevista una anécdota preocupante sobre su comportamiento celoso con sus hijas.
La conversación comenzó cuando la periodista Julieta Argenta le preguntó sobre Antonia, su hija más pequeña. «Está tremenda, yo preferiría que vuelva a la del balcón, la que saludaba», comentó el expresidente, haciendo referencia a cómo su hija ha crecido y cambiado con los años.
Sin embargo, cuando Ángel De Brito lo interrogó sobre si se considera celoso, Macri sorprendió a todos con una respuesta bastante fuerte y preocupante: «Muy celoso. Pero como ya es mi cuarta hija mujer he aprendido a comportarme».
Fue entonces cuando recordó un episodio violento de su pasado, admitiendo que, en su relación con su segunda hija, la situación llegó a tal punto que él le dio «una piña en el estómago cuando me saludó» a su novio. Según relató, la razón de esa reacción fue una sonrisa que no le gustó.
«Mi hija me dijo ‘papá, te volviste loco’. Ese fue un momento crítico», comentó, refiriéndose a la pelea con su hija, que, según sus palabras, duró largo tiempo.
Macri explicó que esa experiencia le permitió reflexionar sobre sus celos y cómo estos estaban afectando su relación con sus hijas. «Tuve que hablar mucho con mi psicoanalista. Era un tema que tenía que aprender a controlar, sino iba a perder comunicación con todas«, confesó.
De esta forma, el exmandatario se incluyó en ese grupo de personas que sobreanaliza y deslinda sus propias responsabilidades a la hora de entender por qué hay gente que se quiere, y otra que no.
La psicología sobre los celos excesivos y sus efectos
Los celos excesivos pueden ser una manifestación de inseguridad y baja autoestima. Según los psicólogos, cuando se vuelven patológicos, afectan negativamente las relaciones interpersonales, causando conflictos, desconfianza y daño emocional.
Los celos desmedidos pueden desencadenar comportamientos agresivos, como en el caso mencionado, e incluso generar dependencia emocional. En muchos casos, es necesario un enfoque terapéutico para abordar las causas subyacentes de estos celos, como la ansiedad o los traumas pasados. Aprender a reconocer y manejar estos sentimientos es crucial para mantener relaciones saludables y equilibradas.