Real Madrid se enfrentará este domingo con el Barcelona por la final de la Supercopa de España, en un duelo entre dos titanes que poseen equipos repletos de superestrellas, como el francés Kylian Mbappé y el polaco Robert Lewandowski.
El Merengue llega a este duelo luego de vencer 3-0 al Mallorca en la semifinal, con las anotaciones del mediocampista británico Jude Bellingham, el defensor Martin Valjent (en contra) y el extremo brasileño Rodrygo.
Por su parte, el blaugrana llegó a este compromiso definitorio tras derrotar 2-0 al Athlétic Bilbao, con los goles del mediocampista Gavi y el extremo Lamine Yamal.
En el último enfrentamiento entre ambos, por la jornada 11 de la Liga de España, el conjunto comandado por el entrenador alemán Hansi Flick goleó 4-0 al Merengue que conduce el italiano Carlo Ancelotti. Ambos hablaron en la conferencia de prensa previa a este nuevo clasico.
La palabra de Flick
Preguntado sobre la importancia del trofeo, el DT culé remarcó: «Tenemos que jugar 90 minutos y jugar muy bien. Es contra uno de los mejores equipos del mundo. Pero somos capaces de hacer esto. El Madrid es de los mejores en transición y hay que cuidar eso. Y aun con sanción, es bueno tener a Vinicius Jr en la Supercopa».
Respecto del once titular, Flick se desmarcó: «Nunca hablo del once inicial. Los entrenadores tenemos que preparar al equipo. Tuvimos un día libre y fue muy importante para nosotros para recuperar energía y enfocarnos en el partido. Por supuesto, para todos, el Clásico es algo grande. Como jugamos en Madrid el clásico es como queremos jugar. No tenemos dudas y no tenemos por qué jugar diferente. Ahora en la Supercopa es algo fantástico. Ganar nos puede dar más confianza y sería una gran victoria para el club».
La ilusión de Ancelotti
A su turno, Ancelotti señaló: «Llegamos con mucha ilusión y confianza, como siempre en las finales. Debemos evitar los errores que cometimos, sobre todo cuando el rival compite como ha competido. La derrota no sería buena, pero el equipo sigue adelante. Un clásico siempre es un clásico, más si es una final. Jugar contra el Barcelona es siempre algo especial. Hay mucha calidad individual».
Y concluyó: «El Barça siempre es un rival histórico. Son muy complicados los partidos. Es difícil para nosotros, difícil para ellos. El resultado no se puede prever. Intentamos hacer lo máximo y ganar el título. Estoy convencido de que vamos a tener una muy buena actuación, pero en el fútbol todo puede pasar».
El encuentro se llevará a cabo desde las 16 (TV: DSports), en el estadio King Abdullah Sports City de Arabia Saudita. Contará con el arbitraje de Jesús Gil Manzano y será secundado desde el VAR por Javier Iglesias Villanueva.
Denuncias de acoso en Arabia
Las denuncias de acoso a parejas de jugadores del Mallorca por parte de aficionados saudíes y las quejas de algunos futbolistas y clubes porque la Supercopa se celebre a muchos kilómetros de España reavivaron el debate sobre la conveniencia de que esta competición mantenga o no su sede en el país del Golfo Pérsico.
El incidente difundido tras la semifinal contra el Real Madrid por las parejas de los futbolistas bermellones Dani Rodríguez y el eslovaco Dominik Greif, que hablaron de acoso, tocamientos, fotos de cerca y sensación de miedo por la conducta de hinchas árabes, abrieron un frente que no se había dado en las anteriores cuatro ediciones en las que el torneo celebró en Arabia Saudita, el primero en 2020 en Yeda, como este año.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no hizo ningún pronunciamiento oficial, pero su presidente, Rafael Louzán, transmitió a la directiva del Mallorca que tomará medidas urgentes para evitar que vuelva a suceder este tipo de comportamientos.
El episodio que relató su pareja Cristina Palavra generó la protesta de Dani Rodríguez, quien clamó en sus redes sociales contra la RFEF por organizar el torneo en un país que está en la picota de colectivos sociales por no respetar los derechos humanos: «Una vergüenza, no todo es dinero».
En este punto, cabe señalar que el régimen saudí paga 40 millones de euros a la RFEF por cada edición de la Supercopa, de los que alrededor de la mitad va destinada a los clubes participantes y la otra, a las arcas federativas.