La historia de la niña de 12 años que se convirtió en la primera mujer negra rica de Estados Unidos

Los golpes de suerte existen y a menudo pueden cambiar por completo la realidad de una persona, como le sucedió a la pequeña Sarah Rector, de tan solo 12 años, que luego de sufrir discriminación -al igual que el resto de su familia-, una serie de factores ajenos a sus decisiones la volvieron millonaria. A 113 años de este hecho, la vida de la oriunda de Oklahoma, en los Estados Unidos, sigue vigente como un símbolo de fuerza contra el sistema impuesto. ¿Qué es lo que volvió rica a la joven?

En 1911, Sarah obtuvo mediante la repartición de parcelas estatales, bajo la Ley de Asignación de Tierras Dawes de 1887, una porción de 65 hectáreas en Glenpool, Oklahoma, a tan solo 96 kilómetros de la casa de su familia. Lo cierto es que estas eran de calidad muy baja, poco productivas e inundables, pero debajo de la superficie se hallaba una importante reserva de petróleo que la niña desconoció por completo.

Sarah Rector con su sobrino en 1960(Fuente: The Washington Post. Rector)

Debido al pago de impuestos territoriales, la familia de Sarah quedó agobiada económicamente y se vio obligada a alquilar las hectáreas con el fin de recibir un ingreso mensual. Además, al ser pobres, carecían de los recursos necesarios para poder trabajar la misma. Quien accedió a rentar esa porción de tierra fue la famosa Standard Oil Company, petrolera estadounidense que en la actualidad pasó a llamarse ExxonMobil Corporation. Ese fue el inicio de un cambio rotundo para la niña nacida en 1902.

El diario The Washington Post fue el primer medio que hizo eco de la asombrosa historia de Sarah. “Petróleo hace rica a una niña”, así informaba que la pequeña recaudaba por mes 15.000 dólares para 1914. “Considere estudiar el maravilloso pozo de petróleo”, tituló años más tarde el Enid, de Oklahoma, en la tirada que se publicó el martes 9 de mayo de 1918.

Posteo de The Washington Post de 1914 sobre la fortuna de Sarah Rector(Fuente: The Washington Post)

“Analfabeta, desalineada, mitad india y mitad creek”, fueron algunos de los adjetivos que utilizaron para describirla al momento de anunciar que pasaba a ser la primera mujer negra de los Estados Unidos en volverse millonaria.

Recorte del diario Enid de Oklahoma, en donde se anunció en 1918 la riqueza que acumulaba Sarah mes a mes(Fuente: Enid, Oklahoma)

Cuando recibió las tierras, su valor total era de aproximadamente 26 dólares. Una insignificancia, según manifestó el aviso centenario, en comparación con las sumas que comenzó a percibir el padre de Sarah, el señor Porter, hasta que ella cumplió la mayoría de edad. En 1913, luego de pasar a la órbita del campo petrolífero Cushing-Drumright, recaudaron 11.000 dólares, sin contar la entrega en forma de regalías de dos millones de dólares por el alquiler de la tierra, y que en los años venideros pasarían a ser 16 millones más.

“El milagro se obró como si Sarah hubiera frotado la lámpara de Aladino y ordenara a los genios que le proporcionaran todos los lujos que su mente pudiera imaginar… Y los esfuerzos de los genios aún estarían muy lejos de la realidad”, expresó el artículo sobre la suerte que tuvo la niña. Este mismo aviso sirvió de publicidad para otras familias campesinas del oeste del país norteamericano, con el fin de incentivarlas a arrendar las tierras y obtener ganancias sin trabajar ni un solo día del año.

Rose Rector, madre de Sarah, recién mudada a la mansión de Kansas City en 1920(Fuente: The Washington Post)

Cuando cumplió 18 años, Sarah ya poseía un pozo de recaudación equivalente a uno y desde ese entonces su primera mansión pasó a estar en manos de diferentes inquilinos. Incluso, se intentó derribarla, pero la comunidad de vecinos insistió en impedir que eso ocurriera. En la actualidad, aquella propiedad se convirtió en un ícono de las mujeres negras estadounidenses, pero que lamentablemente se encuentra “destartalada” y en “ruinas”, según notificó la cadena de televisión

Mansión donde vivió Sarah Rector en Kansas City. En la actualidad está en deterioro, pero aun así es un símbolo de la comunidad negra(Fuente: African American Heritage Trail)

Sarah Rector murió a los 65 años a causa de un accidente cerebro vascular (ACV) y desde ese entonces su primera mansión pasó a estar en manos de diferentes inquilinos. Incluso se intentó derribarla, pero la comunidad de vecinos insistió en impedir que eso ocurriera. En la actualidad, aquella propiedad se convirtió en un ícono de las mujeres negras estadounidenses, pero que lamentablemente se encuentra “destartalada” y en “ruinas”, según notificó la cadena de televisión 41 KSHB.

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