“Mi hijo Iair saldría entre los 14 últimos rehenes que van a liberar en este acuerdo. Hay que ver cómo está física y anímicamente”, dice Itzik Horn, padre de dos argentinos secuestrados por Hamas en Israel, en una entrevista exclusiva con Clarín.
Y explica que solo uno de sus hijos, de 46 años, está entre los rehenes “humanitarios” que Hamas va a liberar los últimos días de la primera fase de este acuerdo, que sería a principios de marzo, si todo sale según lo acordado, porque “tiene una enfermedad crónica, diabetes”.
En cambio, su otro hijo, Eitan, deberá esperar a que se renueven las negociaciones y la organización terrorista libere al resto de los secuestrados el 7 de octubre de 2023.
“Estamos todos secuestrados”, asegura Itzik Horn. Pero se muestra esperanzado, ante la liberación de las primeras tres mujeres, el domingo pasado. “Hay que alegrarse por cualquiera que sale del infierno. Esperemos que esto sea el inicio de un proceso que se pueda llevar adelante”, plantea el docente y periodista argentino, que se fue en octubre de 2000 a vivir a Israel.
-El sábado van a liberar a otras cuatro mujeres israelíes. ¿Su hijo Iair cuándo saldría?
-Faltan civiles y las soldadas. De los familiares, nadie vio el acuerdo, lo único que sabemos es por la prensa. Los «humanitarios» serían los últimos que van a salir, así que mi hijo Iair saldría entre los 14 últimos rehenes que van a liberar en este acuerdo.
-¿Cuál es la diferencia entre civiles y humanitarios?
-Los humanitarios son los varones heridos, con problemas de salud o que tienen una enfermedad crónica.
-A usted le avisaron que Iair estaba en el listado, pero no más que eso.
-Claro, es una vieja lista que Israel había presentado en mayo para las negociaciones, que después se cayeron. Iair ya estaba en esa lista.
-¿Por qué no está Eitan en ese listado?
-Porque cuando se hizo esa lista, no había nada que presuma que Eitan (de 38 años) tiene algún tipo de enfermedad crónica. Yo supongo que es porque Iair tiene diabetes, que lo heredó de mí.
-¿Usted está ahora con diálisis?
-Sí, estoy con diálisis y estoy a la espera de un trasplante. Durante todo el tiempo que se tuvo que empezar a hacer los estudios y a cuidarse, estaba enojado conmigo porque le pasé la diabetes. Ahora cuando lo larguen espero que me lo agradezca -dice Itzik, con una sonrisa, la única que tuvo durante toda la entrevista-.
Una larga espera
-¿Cómo se imagina que va a ser ese reencuentro con Iair, si finalmente se produce su liberación, tal como está previsto?
-Primero, hay que ver como voy a estar yo, si se llega a producir el trasplante, en qué estado voy a estar, porque una vez que te hacen un trasplante, cambia el sistema inmunológico. Y también, ¿como va a volver Iair? ¿En qué estado? A las familias les explican de qué hablar los primeros días. Lo llevan primero a un punto fronterizo. Ahí tienen la primera revisación médica, para ver en qué estado están. Y de acuerdo a eso los llevan a los hospitales que están preparados para recibir a los rehenes; si están heridos, si necesitan atención urgente, o sino los dividen en cuatro hospitales, en uno de los cuales llevaron a las chicas que liberaron el domingo.
-¿Y usted podría ir a visitarlo a ese hospital cuando liberen a Iair?
-Sí, en las primeras 24 horas solo puede la familia directa, padre, madre, hermanos, abuelos. Y después el resto. Pero hay que ver cómo está física y anímicamente. Para que te des una idea, están viendo como graduar las luces, porque vienen de estar prácticamente a oscuras o con una bombita de luz, todo les va a molestar, así que gradualmente se tienen que ir acostumbrando… y a comer como la gente.
-Imagino que Iair también va a poder contarle sobre Eitan, si todo sale bien.
-No sé si se quedaron juntos este último tiempo, en el mismo espacio físico, cuántas veces lo vio, pero seguramente sí. Lo poco o mucho que lo vio, me va a contar. Si no es el primer día, será el segundo. Por lo que a mí me dijeron, no estaban juntos. Estaban en el mismo complejo de túneles en Jan Yunis, en Gaza, en manos de Hamas. No hablamos de un túnel como el de Salguero o de avenida del Libertador, son kilómetros de túneles. Aparentemente, estaban en el mismo complejo de túneles, pero no en el mismo espacio físico. Y cada tanto, dejaban que Iair fuera a visitarlo a Eitán. Esto es de noviembre de 2023, cuando salieron las primeras rehenes que los habían visto y me lo contaron. Yo hablo mucho con la gente que fue liberada y cada día te enterás de otra cosa.
-¿Respecto a cómo eran las condiciones del secuestro?
-Cómo eran las condiciones, dónde estaban, cómo los trataban. Es un trauma que te va a quedar, una experiencia que te queda para toda la vida. La recuperación va a ser larga. En el fondo, estamos todos secuestrados, porque la familia… nos cambió la vida. No nos llevaron a nosotros, pero estructuralmente también estamos secuestrados.
-¿Cómo son estos días, habiendo liberado Hamas ya a las primeras tres rehenes? ¿Cómo vive estos días sabiendo que los últimos días planean liberar a Iair?
-Estos días, cada hora parece un año. Cada hora parece un año -reitera-. Y a medida que se acerca la fecha, cada vez más. Aparte también con la duda y el miedo de lo que puede llegar a pasar.
-En simultáneo, usted tiene que estar atento a lo del trasplante.
-Por suerte, o no, ninguna de las dos cosas que me tienen ocupado yo tengo posibilidad de resolverlas. Estoy activo, tengo entrevistas, voy a las concentraciones, frente al Parlamento. Hay un montón de actividades y yo participo de lo que puedo. Mi estado físico no me permite gran cosa, pero los sábados participo hablando o estando en la Plaza de los Secuestrados.
-¿Cómo le impactó la liberación de Romi, Doron y Emily, el domingo pasado?
-Son sensaciones encontradas, porque después de tanto tiempo… Hay que alegrarse por cualquiera que sale del infierno. Además, se las vio bastante bien y salieron de pie. Esperemos que esto sea el inicio de un proceso que se lleve adelante, son 42 días, es mucho tiempo sabiendo que del otro lado hay una organización terrorista que te va a llevar todo a la máxima tensión, por el lado de Hamas; y por el lado de Israel también hay algunos ministros y sectores que quieren volver a la guerra. Es muy complicado y está todo atado con alambre. Es cierto que están los mediadores, Estados Unidos, Egipto y Qatar. Pero el acuerdo dice que en el día 16 se van a sentar para ver como siguen las otras fases del acuerdo, así que es algo que puede llevar meses.
-¿Cómo están los 33 rehenes que van a liberar en esta primera fase del acuerdo?
-No se sabe quienes están con vida y quienes no. Se sabe que algunos no están vivos, ellos también se llevaron cadáveres y hay presunciones de algunos que murieron. Hay rehenes de más de 80 años, enfermos, gente grande. Por eso, cuando yo escucho que salen los «humanitarios» en las liberaciones, después de 15 meses en los túneles, sin ver la luz del día, sin respirar aire puro, sin comer comida como la gente, sin recibir medicamentos, en realidad son todos «humanitarios».
-Se esperaba que el primer día liberaran a otros tres rehenes argentinos, que también fueron secuestrados en el kibutz de Nir Oz, que son Shiri Bibas y sus dos hijos pequeños, Ariel y el bebé Kfir, pero no fue así.
-Todos esperamos un milagro. No se supo nada de ellos desde el primer día. Está el video que se lo lleva una organización que nadie la conoce, no eran de Hamas. Después Hamas dijo que murieron por un bombardeo israelí, pero no aportó pruebas. Ojalá que haya un milagro. ¿Cómo sobrevive un bebé tan chiquito en medio de la guerra?
-De los 98 rehenes, también hay otros argentinos.
-Sigue habiendo rehenes argentinos que todavía no salieron. Por ejemplo, los hermanos (Ariel y David) Cunio no están en la lista del acuerdo.
-También Lior Rudaeff, de quien dijeron que estaba muerto, pero nunca entregaron su cuerpo.
-El cuerpo lo tienen ellos, así que también es considerado otro rehén. Nosotros hablamos de rehenes vivos y muertos, no hacemos diferenciación.
-¿Cuál es el vínculo de los familiares con el gobierno argentino, en relación con el reclamo por la liberación de los rehenes?
-La gente de la embajada está en contacto permanente con las familias. Hace unos días hubo una zoom con el canciller Werthein. El presidente Milei compartió ese mensaje y también hizo una declaración. Además, se encontró en Estados Unidos con Noa (Argamani, una mujer israelí secuestrada por Hamas, cuyo marido todavía no fue liberado). El gobierno argentino está muy bien.
-El mes pasado fueron a Nir Oz con el embajador Axel Wahnish.
-Sí, y estuvo también el ministro de Defensa (Luis Petri). Dicen que va a venir en febrero el canciller (Gerardo Werthein) y por ahí viene de vuelta Milei en febrero o marzo.
Perfil de Itzik Horn
Clarín habló en varias oportunidades con Itzik Horn, padre de Iair y Eitan, a lo largo de estos 15 meses de cautiverio de sus hijos.
Itzik vivió casi toda su vida en Buenos Aires, hasta que en octubre de 2000 se fue a vivir a Israel, al año siguiente que Iair. Después lo siguieron sus otros dos hijos, Amos y Eitan, que llegó en 2002. Los tres son hinchas de Atlanta, de Villa Crespo, club que les envió un comunicado de solidaridad y tres camisetas en su homenaje, con sus nombres.
Además se fue a vivir a Israel su exmujer, Ruthy Chmiel Strum, quien también participa activamente pidiendo la liberación de sus dos hijos, quienes fueron secuestrados en la casa de Iair, en el kibutz Nir Oz (donde lo había ido a visitar Eitan), por terroristas de Hamas que invadieron Israel y los llevaron como rehenes el 7 de octubre de 2023.
Cuando vivió en la Argentina, Itzik trabajó como docente en ORT. Fue director de la escuela Max Nordeau y también de la Peretz, de Mar del Plata. Fue director del Departamento de Juventud de AMIA. Y su último cargo fue como director de la Organización Sionista Argentina. Hasta que le secuestraron a sus hijos, era corresponsal de FM Jai (la radio judía de Buenos Aires) y estaba en un programa en la Radio de la Ciudad de Buenos Aires.
Itzik ahora es un docente jubilado, que tiene 72 años y vive en Israel. Sufre diabetes y está esperando para hacerse un trasplante de riñón.
El viernes de la semana pasada, por la mañana, lo llamaron para decirle que habían conseguido la donación de un riñón para que se trasplante. Y ese mismo día, entrada la noche, a las tres de la madrugada, lo llamó un oficial del Ejército para avisarle que el gobierno israelí aprobó el acuerdo con Hamas y que Iair estaba oficialmente en la lista de los 33 rehenes que iban a ser liberados en esta primera fase del acuerdo.
«El mismo día me llamaron para las dos cosas», destaca el periodista y docente argentino, como agradeciendo a Dios por esas casualidades del destino.