Dueña de una extensa carrera en cine y televisión, en las últimas horas, a través de un comunicado difundido en redes sociales por la Asociación Argentina de Actores y Actrices, se conoció la noticia del fallecimiento de Norma Sebré. Y aunque no se precisa en ningún sitio su edad y fecha de nacimiento, pertenecía a la generación de actrices y modelos de la camada de Susana Giménez, por lo tanto debía tener más de 80 años.
Norma Sebré fue una reconocida actriz, modelo y vedette, retirada del espectáculo hace muchos años, que alcanzó la fama en la década de 1970 gracias a una publicidad de una bebida alcohólica que fue censurada y generó gran escándalo en su momento.
“Lamentamos el fallecimiento de Norma Sebré, actriz, vedette, modelo y conductora, que desarrolló una amplia trayectoria artística en nuestro país y en Europa, destacándose en teatro, cine, televisión y publicidad”, expresó la entidad que representa a los artistas.
Sebré, cuyo nombre real era Norma Srebernich, se dedicó desde sus inicios al mundo de la publicidad y el modelaje. Según la biografía proporcionada por Actores, comenzó su carrera como modelo de pasarela a finales de la década de 1960 junto a Jean Cartier.
Durante esos años, Sebré, dueña de una belleza fuera de lo común, protagonizó numerosas campañas publicitarias tanto gráficas como en cine y televisión para importantes marcas nacionales e internacional, lo que la convirtió en una figura familiar para el público.
Y más allá de su trabajo como actriz, su mayor reconocimiento llegó con un spot publicitario de la marca de caña quemada Carlos Gardel, que se volvió célebre por haber sido censurado. En el anuncio, la actriz aparecía en una habitación, con una luz tenue, mientras un hombre entraba sigilosamente, acompañado de música sensual. “¿Me bajás la caña, Carlos?”, le preguntaba Sebré, utilizando un juego de palabras que generó controversia e incluso escandalizó a algunas instituciones ligadas a la Iglesia y la familia que pidieron que se bajara la publicidad.
De hecho, la frase que decía Sebré provocó una ola de quejas a la agencia que lanzó la publicidad al mercado, en un contexto muy diferente al actual. Los canales de televisión también recibieron advertencias sobre el contenido y decidieron retirar el anuncio del aire.
Con el tiempo, la publicidad volvió a emitirse, aunque sin las palabras de Sebré. A pesar de esto, su imagen comenzó a ser reconocida por el público. Este reconocimiento la llevó a explorar su faceta como actriz en otros ámbitos. Así, la actriz y modelo se adentró en el teatro de revista, que gozaba de gran popularidad en Argentina durante los años 70. Se presentó en el Teatro Nacional, en el Maipo y en otros escenarios destacados, considerados por entonces como templos de ese género humorístico-musical tan argentino.
Además, trabajó en cine y televisión. Formó parte de los elencos de películas como Yo maté a Facundo, La Malavida, El deseo de vivir, Disputas en la cama, La colimba no es la guerra, Venus de Fuego y Los poseídos de Satán.
En la televisión, su trayectoria incluyó programas como El Chupete, Humor redondo, Corrientes y Marrone, El mundo del espectáculo, con Héctor Larrea, y Teatro como en el teatro, entre otros, incluyendo producciones de televisión por cable.
Con una carrera que incluyó una exitosa etapa de trabajo en Europa, Norma Sebré volvió en los 90 a los medios dado que era la madre de Gabriela Oswald, quien por aquellos años se vio envuelta en un caso mediático relacionado con un conflicto legal por la custodia de su hija Daniela, fruto de su matrimonio con Eduardo Wilner, quien se la había llevado del país sin su consentimiento.