Un hombre comenzó a ser juzgado por haber intentado asesinar hace tres años a su hijo pequeño con quien se encerró en su casa y abrió las perillas de gas de la cocina, secuencia que incluyó raptar al niño que estaba al cuidado de un familiar, disparos al aire y agresiones a su expareja y madre del chico.
En su alegato de apertura, la fiscal Luciana Vallarella pidió este jueves 17 años de cárcel para Adelquis C. ante un tribunal conformado por los jueces Valeria Pedrana, Nicolás Vico Gimena y Rafael Coria.
El acusado, de 40 años, está imputado de delitos varios como lesiones leves calificadas por el vínculo y por el contexto de violencia de género, amenazas calificadas por el uso de arma de fuego, daños y una tentativa de homicidio “doblemente agravado por el vínculo y con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o se ha mantenido una relación”.
Secuencia violenta
La secuencia por la cual Adelquis C. —su apellido se preserva para proteger la intimidad de las víctimas— ocurrió el 28 de febrero de 2022. Según la imputación formulada días después por la fiscal, se desencadenó cerca de la 1.30 de la madrugada cuando el acusado interceptó a su cuñado, que estaba cuidando a su hijo de 7 años, y se llevó al niño con intenciones de que no pudiera ver más a su madre.
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Sin embargo minutos después los vecinos del hombre llamaron a la mujer porque Adelquis C. estaba realizando disparos de arma de fuego al aire en plena calle, al parecer con la intención de amedrentar a sus vecinos y a quien se le cruzara.
La madre del niño y su hermano, que era quien lo había estado cuidando, fueron entonces hasta la casa del padre de chiquito. Adelquis les abrió la puerta y les dio la bienvenida a gatillazos, pero las balas no salieron. Entonces golpeó a su expareja en la cara y le provocó lesiones. Además les rompió el vidrio del auto, por lo que tuvieron que tomar un taxi para ir a realizar la denuncia a la comisaría.
Mientras la madre y el tío del niño iban a hacer la denuncia, Adelquis tomó una determinación más que drástica. Tapió las ventanas y abrió la perilla de gas de la cocina. Mientras tanto, una vez conocida a denuncia, la fiscalía autorizó a allanar la vivienda donde estaba el hombre.
La mujer y su hermano llegaron con la policía hasta la casa, de donde ya emanaba mucho olor a gas. Tocaron la puerta pero nadie respondió, por ello irrumpieron por la fuerza. Así encontraron las hornallas abiertas al máximo. En el suelo estaban tendidos el hombre y el niño, ya adormecidos por la inhalación de monóxido de carbono.
En el allanamiento a esa vivienda se secuestraron dos armas de fuego calibre 9 y 45 milímetros. El hombre quedó detenido por el plazo de ley de hasta dos años, medida que fue renovada hasta que llegó el juicio.