Desde Wall Street, Javier Milei dio pistas de cuándo podría levantar el cepo

El imponente y antiguo edificio del New York Stock Exchange en Wall Street amaneció decorado con banderas argentinas intercaladas con las estadounidenses. Adentro, una vez traspasadas las medidas de seguridad, asomaban los pisos de mármol de carrara impecablemente blancos, las cortinas rojas y más banderas celestes y blancas. En la recepción, un enorme cartel digital daba la bienvenida al presidente Javier Milei, que fue el protagonista del día al inaugurar la sesión bursátil con el tradicional toque de campana, una ceremonia destinada a personalidades políticas y del mundo de los negocios.

El Presidente subió al palco del piso del recinto donde se cierran las transacciones, escenario de centenares de películas, y segundos antes de las 9.30 en punto, hora local, inició una arenga eufórica con sus principales funcionarios que lo escoltaban. «¡Vamos, vamos!», gritaba Milei y agitaba los brazos a los invitados que se agolparon para verlo.

El libertario entonces tocó la campana que dio comienzo a la actividad del día, un rito que ya vivieron otros presidentes argentinos como Carlos Menem y Néstor Kirchner.

Pero antes de iniciar la jornada oficial en la Bolsa neoyorquina, Milei ofreció bien temprano una conferencia ante personalidades e inversionistas, en un lujoso salón barroco con decoraciones doradas y vitrales en los techos, donde desgranó algunas pistas importantes sobre el cepo cambiario al decir que lo van a liberar “cuando la tasa de inflación sea cero”. Ese cero, en realidad, sería cuando sea cero la diferencia entre la inflación informada por el IPC y la tasa de crawling peg, o devaluación, que es del 2%. También mencionó una segunda condición: que la base monetaria ampliada se igual con la base monetaria tradicional. La BM ampliada es 47,5 billones de pesos. La tradicional, está en $ 23 billones

De traje azul y camisa celeste, el Presidente dijo que se presentaba ante esa audiencia “a dar a conocer la experiencia del caso argentino” y empezó por la historia del país que recibió. “Estaba todo dado para el estallido”, dijo. “Una verdadera catástrofe”, agregó. Y añadió que en “condiciones normales no habría un presidente liberal y libertario”.

Y al hablar sobre su duro combate contra la inflación dio una señal de cuándo se podría comenzar la apertura del cepo cambiario, una medida que en Wall Street se sigue con expectativa. “El cepo lo vamos a liberar cuando la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea cero”, dijo.

“Cuando la inflación inducida por el programa dado por control de capitales desaparezca, podremos salir del cepo sin ningún tipo de problemas, porque ya no tendrán balas para cargar las armas que puedan tirar la estabilidad macroeconómica”, dijo. “El cepo lo vamos a liberar cuando la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea cero”, agregó.

Al respecto hizo una comparación con otros casos previos. “A diferencia de todas las otras experiencias que salieron con el tipo de cambio oficial hacia el paralelo, estamos demostrando que se puede hacer desde el paralelo hacia el oficial”.

Y agregó que “el día que terminemos de levantar el cepo se cerrará el exceso de demanda de divisas y, por ende, se cerrará el exceso de oferta en el mercado de bonos”.

“Cuando decimos que se va a cerrar la brecha desde arriba hacia abajo, lo estamos cumpliendo. Hoy la brecha se está comprimiendo a menos del 10%”, dijo y agregó que “el día que levantemos el cepo, se cerrará el exceso de oferta en el mercado de bienes, habrá una expansión adicional de la actividad económica y también se cerrará el exceso de oferta de trabajo”, señaló.

“Vamos a liberar el cepo cuando ya no haya ningún riesgo de desestabilización, cuando el exceso de pesos en la economía haya desaparecido por completo”.

En su discurso, Milei elogió varias veces a su ministro de Economía, Luis Caputo, que estaba sentado en primera fila, junto con otros funcionarios como la canciller Diana Mondino, la ministra Patricia Bullrich y el jefe de asesores económicos, Demian Reidel.

“Gracias al extraordinario ministro Toto Caputo se alcanzó el superávit financiero”, afirmó y luego señaló que su funcionario “va ser recordado como el mejor ministro de Economía de la historia porque está haciendo una tarea enorme”.

En un salón repleto, escuchaban representantes del mundo financiero y empresarios de compañías como JPMorgan, Deutsche Bank, UBS, mineras como Rio Tinto y Mc Ewan y Newmont, empresas de criptomonedas como Coinbase, Cargill, BASF, Uber, entre otras.

En un discurso ordenado por temas y de tono mesurado, Milei se mostró como un fuerte defensor del equilibrio fiscal. Dijo que para mantenerlo se vio obligado a vetar un “aumento irresponsable” a los jubilados y añadió: “No estamos dispuestos a negociar bajo ningún punto de vista el equilibrio fiscal”.

También viajaron desde Washington el dirigente de la Cámara estadounidense de Comercio Neil Herrington y los representantes argentinos del FMI y el BID, Leonardo Madcur y Miguel Braun.

En otra parte de su mensaje, más político y global, Milei dijo: “Rechazamos la agenda del capitalismo woke” y dio un espaldarazo a Mondino al elogiar el discurso que ella pronunció el domingo en las Naciones Unidas, en el que dijo que Argentina se “disociaba” de la agenda 2030, que fija objetivos globales a los países del mundo.

Sobre Mondino señaló: “Mi grandiosa canciller dio una verdadera clase de por qué la ONU no debe abandonar su objetivo de alcanzar la paz y por qué debe abandonar esa agenda que conduce al empobrecimiento».

También hubo elogios para Patricia Bullrich, la ministra que toma cada vez más relevancia en la mesa chica de la Rosada. “Llevamos 4 meses sin que haya un piquete”, dijo. Y no olvidó al jefe de gabinete Guillermo Francos, por “conseguir tamaños resultados en las reformas”.

Dijo que la que estaba emprendiendo era mucho más grande que la reforma de Carlos Menem. “Hoy la reforma estructural más grande de la historia es la que estamos llevando a cabo y la hicimos en solo seis meses”, señaló Milei.

“Tenemos planeado en ser el país más libre del mundo” y para eso todavía desregular todavía más. Y resaltó a otro “grandioso ministro” como Federico Sturzenegger. “Lo vamos a dar todo para ser el país más libre del mundo”.

“Lo que necesitamos es coraje, y si hay algo que me sobra es coraje”, dijo. Sumó que «quiero decirles que Argentina se esta poniendo de pie, abrazando las ideas de la libertad, estamos comprometidos a hacer el mejor gobierno de la historia, queremos ser un faro de luz para que dejen las idas socialistas”.

Y terminó su discurso con su grito de guerra: «¡Viva la libertad carajo!», la misma frase que estampó en el libro de visitas cuando se retiró de la Bolsa.

Luego de su jornada en Wall Street, Milei recibió en su hotel a Elon Musk, el dueño de Tesla, con quien habló del clima de inversiones en Argentina tras la aprobación del RIGI, el nuevo marco que facilita la inversión internacional.

Por la tarde fue al Council on Foreign Relations (CFR), un think tank que tiene como miembros a líderes políticos y empresariales, académicos y expertos en relaciones internacionales y analistas. Allí ofreció una charla de más de una hora a puertas cerradas ante miembros del directorio de ese centro presidido por Michael Froman, ex representante comercial de EE.UU. en tiempos de Barack Obama.

El martes por la tarde, Milei tendrá su gran día en la ONU. Se estima que el presidente girará su discurso sobre su visión sobre la economía global, similar a su mensaje en el foro de Davos, pero también criticará la agenda 2030 de la ONU, el plan de desarrollo sustentable que adoptaron los líderes mundiales en 2015 y que establece más de un centenar de objetivos a alcanzar para ese año. Se estima que también dará un mensaje a favor de Israel y contra la influencia de China en Latinoamérica.

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