El aborto fue uno de los ejes que más consultas generó en Google y uno de los puntos más acalorados del debate vicepresidencial entre Tim Walz y J.D. Vance, los compañeros de fórmula de Kamala Harris y Donald Trump, respectivamente, este martes en la ciudad de Nueva York. Mientras que el demócrata acusó a Trump y a su rival directo de promover la agenda antiabortista del Proyecto 2025, el republicano propuso que sean los estados los que decidan sobre este asunto.
Cuando le tocó exponer sobre esta temática, Walz recordó que Minnesota, el estado donde es gobernador, restableció el fallo de Roe v. Wade, revocado por la Corte Suprema de Estados Unidos, en una de las decisiones más polémicas de los últimos años. “Nos aseguramos de poner a las mujeres a cargo de su atención médica”, sostuvo el demócrata, quien además se autodefinió como “pro-mujeres”.
Por su parte, Vance indicó que “la manera adecuada de manejar esto, por muy caótica que sea a veces la democracia, es dejar que los votantes tomen estas decisiones”. En ese sentido, planteó: “Dejemos que cada estado decida su política sobre el aborto. Creo que eso es lo que tiene más sentido en un país muy grande, muy diverso y, seamos honestos, a veces muy, muy caótico y dividido”.
El compañero de fórmula de Trump aseguró durante el debate que nunca apoyó la prohibición nacional del aborto, sin embargo, según la verificación de hechos de CBS News, Vance afirmó en 2022, cuando se postulaba como candidato a senador, que “sin dudas” le gustaría “que el aborto fuera ilegal a nivel nacional”.
Sin embargo, aunque el republicano admitió haber propuesto establecer algún tipo de restricción a nivel nacional en 2022, mencionó que el año pasado los votantes de su estado, Ohio, aprobaron una enmienda que protegía el derecho al aborto, una iniciativa a la que él mismo se opuso. En ese sentido, el candidato reconoció que los republicanos “deben hacer un mejor trabajo para recuperar la confianza de la gente” en este tema.
Además, Vance acusó a su contrincante de levantar las protecciones para los bebés nacidos vivos en Minnesota con una ley estatal aprobada en mayo de 2023, algo que según el análisis de PolitiFacts se trata de una declaración falsa. Según indicó el portal, aunque la normativa impulsada por el demócrata modifica el texto de la original, que protege la vida de estas personas en sus primeros meses de vida, no interfiere con la legislación federal que considera como delito matar a un niño dentro del año de su nacimiento. De hecho, la iniciativa de Walz mantuvo intacta la parte que expresa: “El niño que nace vivo será reconocido plenamente como persona humana y recibirá protección inmediata ante la ley”.
Por su parte, Walz acusó a Vance de apoyar el denominado Proyecto 2025, una controvertida plataforma política de derecha radical de la que Trump ha tratado de distanciarse en el último tiempo. En ese sentido, el demócrata afirmó: “El Proyecto 2025 va a tener un registro de embarazos. Va a ser más difícil, si no imposible, conseguir anticonceptivos y limitar el acceso, o eliminar el acceso, a los tratamientos de infertilidad”.
Sin embargo, aunque esta iniciativa conservadora se opone firmemente al aborto, no exige el seguimiento de los embarazos. En cambio, sí exhorta a que los estados controlen los abortos de manera más meticulosa que lo que exigen las normas actuales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, porr sus siglas en inglés), o de lo contrario se enfrentarán a castigos como recortes a la financiación federal.
A su vez, Vance afirmó que el Proyecto 2025 no está vinculado de ninguna forma a la campaña de Trump. No obstante, el expresidente afirmó en abril ante la revista Time que los estados deberían comenzar a monitorear los embarazos con el objetivo de rastrear los abortos ilegales. “Creo que podrían hacerlo. Una vez más, habrá que hablar con los estados individuales. Mire, Roe v. Wade tenía como objetivo devolver el asunto a los estados”, sostuvo en aquel entonces.
El Proyecto 2025 establece el fin a la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de la mifepristona, un medicamento utilizado para interrupciones voluntarias del embarazo; y asimismo, dispone la reactivación de una ley de 150 años de antigüedad que prohíbe el envío de equipos y medicamentos relacionados con el aborto a través del Servicio Postal de EE.UU., lo que complicaría la obtención de este fármaco.
En lo que se refiere a esto, ante la consulta de una periodista durante una conferencia de prensa en Mar-A-Lago sobre si ordenaría la prohibición de la mifepristona en caso de convertirse en presidente, Trump indicó en agosto que estaba a favor de revocar el acceso al medicamento, según consignó el medio Stat News.
LA NACION