Un vecino innovador de Minnesota desarrolló un dron llamado “Poopcopter”, el primer sistema aéreo de recolección de excrementos de mascotas. Este ingenioso dispositivo captó la atención del público durante su presentación, donde se lo calificó como una solución efectiva para esta tarea. Su creador, Caleb Olson, dio detalles sobre su funcionamiento durante la exhibición del aparato.
Durante la presentación de esta nueva tecnología, Olson mencionó que “el Poopcopter es el primer sistema de recolección de excrementos de mascotas que funciona desde el aire”. Este dron opera de manera completamente autónoma y puede escanear áreas definidas por el usuario, como patios traseros o parques. Utiliza visión por computadora en tiempo real para detectar excrementos de mascotas y, una vez localizados, se dirige a realizar un aterrizaje de precisión en la zona indicada.
Olson explicó que “una vez que el dron aterriza con precisión sobre el excremento, solo necesita rotar 30 grados para cerrar el mecanismo y recogerlo”. Esta innovadora tecnología reduce la necesidad de contacto humano con el desecho, un aspecto que muchos dueños de perros encuentran desagradable.
El funcionamiento del Poopcopter se basa en un sistema de aprendizaje automático y visión por computadora. Según Olson, “el dron recibe imágenes de su cámara incorporada que se transmiten a un dispositivo externo, el cual analiza las imágenes en busca de excrementos”. Esta información permite que el aparato determine la ubicación exacta de cada objetivo.
El mayor desafío al que se enfrentó Olson fue lograr un aterrizaje preciso, ya que “los sistemas de drones tradicionales utilizan GPS, que solo permiten una precisión de unos pocos metros, algo insuficiente para este propósito”. Así, tuvo que implementar diseños optimizados que facilitan la recolección de excrementos, especialmente en áreas cubiertas de césped, donde la tarea puede ser más complicada.
Diseñado para ser asequible: el inventor busca que el producto se comercialice
La recolección de desechos se realiza mediante un mecanismo de recogida patentado, que utiliza un recipiente en forma de campana con hojas giratorias. A medida que el dron desciende, las hojas se abren y permiten recoger los desechos de la mascota. Una vez asegurado el objetivo, el aparato puede volar hasta una ubicación de entrega designada o rotar rápidamente en el aire para liberar el contenido.
Olson enfatizó que “el diseño busca ser asequible y sencillo”. A pesar de que el Poopcopter es todavía un prototipo, su creador señaló que realizó más de veinte iteraciones para optimizar su rendimiento y garantizar su efectividad.
Con la visión de comercializar su invención, Olson consideró la posibilidad de que las municipalidades contraten un “poopman”, similar a un recolector de basura, para limpiar las áreas residenciales. “Imaginen un vehículo equipado con Poopcopters, que patrullen los patios de los vecinos y recojan los excrementos”, sugirió.
Además, se ilusionó con que, en el futuro, los propietarios de perros puedan adquirir un dron similar o contratar un servicio que utilice esta tecnología para mantener sus áreas limpias. Esta idea, aunque aún en desarrollo, muestra el potencial de la automatización en tareas domésticas.
A medida que avanza en el proceso de perfeccionar el Poopcopter, Olson recibió numerosas consultas sobre su proyecto. “Esto es solo el comienzo”, afirmó. Su objetivo es transformar la recolección de excrementos de mascotas en una actividad más fácil y menos desagradable, combinando innovación, tecnología y una solución práctica para un problema cotidiano.
LA NACION