Junto con el dato del 2,4% de inflación de noviembree, el otro dato sorpresivo del Indice de Precios al Consumidor que difundió esa tarde el INDEC fue la evolución de los alimentos.
El rubro alimentos y bebidas sin alcohol aumentó apenas 0,9%. Es el rubro que más peso tiene en el índice y es clave para las canastas básicas de pobreza e indigencia.
La ponderación del rubro alimentos dentro del Indice de Precios al Consumidor (IPC) va del 23,4% en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano al 35,3% en el Noreste.
De hecho, el INDEC informó también que la Canasta Básica Total (CBT), que mide la pobreza aumentó 1,5% en octubre y 102% en lo que va del año.
A la vez, la canasta básica alimentaria, que marca la línea e la indigencia, trepó 1,1% en el mes y 82,5% en el año.
Así, para no ser pobre una familia tipo debe reunir ingresos superiores a $ 1.001.466 y para no se indigente debe contar con más de $ 439.239,58 al mes.
La apertura que realiza el INDEC muestra que los precios de los alimentos subieron menos en las zonas más pobres del país: aumentó 0,2% en el Noreste, 0,3% en el Noroeste y 0,5% en Cuyo. En cambio, la Patagonia presentó la suba más marcada con 2,7%.
«El rubro de menor incremento en el mes fue justamente el de mayor ponderación, alimentos y bebidas no alcohólicas, que apenas aumentó 0,9% mensual. El resultado estuvo influido por una fuerte caída de más de 10% en las verduras, pero hubo moderaciones en varios de los componentes. Una de las excepciones fue la carne, que se aceleró sobre fin de mes», marca la consultora C&T. El asado fue el producto que más subió con el 4,6%.
La baja de los alimentos se explica por la caída del consumo y también por una readecuación de los gastos de las familias, que ahora deben destinar un porcentaje mayor de sus ingresos al pago de los servicios públicos y transporte.
Pero también obedece a que el año pasado, este rubro subió 251%, contra una inflación anual del 211%. Ese colchón de precios, unido a la baja de las ventas y a la estabilidad del dólar, le dio margen a las los productores y a las cadenas de ventas para desacelerar la suba este año. En los primeros 11 meses los alimentos treparon 90%, contra un índice de 112%.
Esta perfomance de los alimentos tendrá impacto en los índices de pobreza. La última medición del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina marcó que la pobreza golpeó al 49,9% de la población y la indigencia al 12,3% en el tercer trimestre. Esto representa una baja frente al 51% y 15,8% registrados en el segundo trimestre, respectivamente.
Para diciembre, los alimentos deberían subir por la mayor demanda estacional vinculadas a las Fiestas. De todos modos, los analistas marcan que los índices de pobreza podrían seguir bajando y cerrar el 2024 en un nivel similar al que tenían en el mismo mes de 2023 o incluso unos décimas por debajo. Para el director de Observatorio de la Deuda Social, Agustín Salvia, la pobreza terminará 2024 con 10 puntos menos que a principio de año y un nivel similar al cuarto trimestre de 2023.